Elberrett Weillschmidt

• Nombre completo: Elberrett Weillschmidt.
  
• Sobrenombre: Abuelo Germania, Legolas.
  
• Continente al cual representa: Ninguno. Pero debido a sus conocimientos históricos y raíces de su familia se le asignó “Germania” como apodo.
  
• Edad: 53 años.
  
• Materias que enseña: Ninguna o todas, se especializa en historia y educación física. Sub-director y profesor suplente.
  

• Estatura: 1,92m
  
• Peso: 89 Kilos.
  
• Color de cabello: Rubio.
  
• Color de ojos: Azul verdoso.
  
• Tonalidad de piel: Aria.
  
• Extras: Su complexión es fuertemente marcada y joven, incluso para su edad. Esto lo logró por una vida sana y activa sin descuidar ningún aspecto de lo que conlleva la mente, cuerpo y espíritu. Igual se puede apreciar en su largo cabello rubio alguna que otra hebra platinada, no se sabe si respecta a su edad sea alguna cana o sea producto del gen responsable de darle la tonalidad albina a su nieto. Su cabello sobrepasa sus hombros en un liso perfecto y suele hacerse una trenza fina detrás de su oreja, a veces, cuando da clases, lo lleva en una cola prolijamente sujeta. Debido a la primera característica se ganó el apodo de “Legolas” muy a su pesar. Tiene una profunda cicatriz en su pecho pero nunca habla al respecto, ni siquiera sus nietos sabe de que es dicha marca.
  Las huellas de la edad se pueden apreciar en los costados de sus ojos y muy levemente en las comisuras de sus labios cuando sonríe marcándosele unas ligeras arrugas, pero como no es normal que sonría comúnmente no aparenta la edad que realmente posee.
  

Historial:
Proveniente de una familia muy tradicionalista desde joven se le inculcó la disciplina y las buenas costumbres. Siempre fue ávido lector y bueno en los deportes, sobretodo cuando su padre le inculcó la arquería.
Se especializó en estudios de historia europea para investigar sus raíces, estos conocimientos se los pasó a su hijo cuando nació al igual que su alto código de valores y equilibrio físico y mental.
Su vida fue tranquila y sin demasiados altibajos, solo un amor perdido que movió su mundo desvirtuando incluso su personalidad de a momentos cuando se encontraba con esa persona. Pero esta desapareció dejándolo solo nuevamente, pues su esposa le había abandonado por su frialdad en todos los aspectos de su vida, él se justificaba que así era él, pero la realidad era que su amor pertenecía a alguien más, no a ella.
Pero cuando esa persona desapareció solo se dedicó a criar a su hijo y cerrar su corazón a cualquier clase de amor pues solo había encontrado dolor y desequilibrio. El amor era el caos, algo que debía evitar, el cosmos era a base del control y el amor no era controlable, sus sentimientos parecían pensar por si mismo afectando su mente y cuerpo.
Al poco tiempo y a temprana edad su hijo contrajo matrimonio, pocos meses después vio la razón. Su primer nieto, un bebe albino de mirada rojiza nació.
Más allá de su decepción acogió al menor con cariño así como a la madre. Al año un segundo nieto llegó, un niño de cabellos oro y ojos cielo. El mayor pasaba mucho tiempo con los niños, incluso más que sus padres, su padre por trabajo casi no estaba en la casa y la madre… era un caso perdido para Elberrett. Así que cuando los niños tenían 3 y 4 años y su padre consiguió trabajo en el extranjero no permitió que los pequeños quedasen al cuidado de la madre adoptándolos él.
Pese a sus intentos de educación con el mayor, este no parecía amoldarse a sus enseñanzas, ambos mostraban gran inteligencia y capacidades físicas pero la personalidad del albino estaba ya marcada a fuego. Cuando cumplió los 9 años lo envió al este de Alemania con un pariente para que no mal influenciara al menor, pues este comenzaba a desviar su camino pese a sus estrictos intentos de volver a enderezarlo. Sus intentos rindieron frutos, sin la mala influencia el rubio volvió a su carril siendo el niño modelo que él tanto se esforzó en criar. No cometería el mismo error que su hijo, por lo que restringió desde sus amistades, salidas y hasta su entretenimiento.
Su pequeño orgullo creció y fue admitido en una de las más importantes colegios del mundo. Feliz, orgulloso y realizado… se encontró solo nuevamente en la amplia casa en El Oeste de Alemania. Se volcó en los estudios y seguir cuidadosamente los pasos de su nieto… sus nietos, pues para su sorpresa se enteró que “la manzana podrida” había ingresado al mismo colegio con notas muy similares a su pequeño orgullo, aunque claro, seguro sería expulsado pronto o eso pensaba.
Para su sorpresa pasaron dos años y ambos hermanos avanzaron, pasaban de año e incluso la manzana podrida era presidente del consejo estudiantil cuando su orgullo era solo líder de un club.
Tomando sus títulos enseguida envió una solicitud… no podía creer aquello y hasta comenzaba a sospechar que Gilbert metía mano en el correo que mantenía con Ludwig o peor, que volviese a ser una mala influencia para su orgullo. Recibió contestación enseguida y una oferta que no dudó en aceptar. Así es como empacó y unos días después ya estaba desempacando en la Academia Mundial Hetalia.

Fotografías:

Spoiler:

Anexo:
- Le gusta la cerveza.
- Sabe manejar tanto espada como arco, pero nunca tuvo en sus manos armas de fuego.
- Es algo negado a la tecnología sin saber manejar un computador y se avergüenza de eso, por lo que evita contacto con estos para no dejar en evidencia su ignorancia.
- Tiene un collar que es una moneda demasiado antigua cuñada colgando de una tira fina de cuero, siempre la lleva bajo su ropa.