Entrevista de Matthew Williams

Alguien ha llenado tu pupitre/escritorio de gomas de mascar, groserías, y un montón de basura. ¿Qué hará tu personaje? Se permite el uso de NPC u otros elementos.

Era mi primer día de clase. Ya traía conmigo nuevas esperanzas de encontrar amigos, al menos de no ser ignorado como en mi antigua escuela.
Caminaba por el pasillo, con un paso lento y tranquilo, consultando un papel que contenía mi horario de clases. De vez en cuando levantaba mi vista para mirar a otros alumnos que pasaban también por mi mismo camino, apresurados para llegar a tiempo a sus salones. Al parecer ninguno se percataba de mi presencia, bueno, llevan prisa, es normal... pensé. Volví a mirar de nuevo mi horario. El salón que me tocaba estaba al final del pasillo.
Al llegar frente a la puerta del salón, alcá mi manos para girar el pomo. A continuación, entré. Miré alrededor, ya estaban los alunmos en sus lugares correspondientes, otros simplemente estaban de pie conversando con otros, pero solo quedaba un pupitre vacío, situado en una esquina del final del salón, así que me dirigí a él. Por el camino saludé a algunos compañeros... ninguno respondió mi saludo, por lo que continué resignado a sentarme en mi sitio.
-Al parecer este año también seré ignorado... -murmuré mientras me sentaba. Al hacerlo lo noté y me volvi a levantar. Algún idiota puso un chicle en mi asiento. Rápidamente lo intenté despegar lo mejor posible de mis pantalones. Era asqueroso, asqueroso... A duras penas logré quitar la gona de la tela y luego los restos que aún quedaban en la silla. Debió de ser algún gamberro haciendo una novatada, igualemnte, cuando llegar el profesor -que se retrasaba- le informaría del suceso.
Suspiré de nuevo sentado y abrí el cajón para dejar los libros. Cuando la abrí vi todo un basurero de papeles y basura ahí metido. Me levanté de mi sitio y fui a hablar con un grupo que conversaba alegremente.
-D-disculpad... ¿me podéis ayudar? e-es que alguién me gastó una novatada y... esto... escuchadme... -suspiré resignado, volvieron a ignorarme por completo. Molesto les dije que no me ignorasen pero tuve la misma respuesta. Cansado volvi a mi pupitre y me puse a limpiar todo. Tardé un poco pero conseguí dejarlo todo limpio, como si nada hubiera pasado. Después de todo esto me pregunté qué hacía el profesor para llegar tan tarde, cuando le vi entrar por la puerta. Rápidamente me levanté de mi sitio y quise llamarle la atención.
-Profesor, alguien me ha gastado una gamberrada o algo porque mi asiento tenía una chicle pegado y estaba todo lleno de basura!! -realemte alcé la voz, de veras lo hice, pero no pareció que le afectase mucho mis gritos. Volvi a sentarme, no iba a ponerme paranoico por una broma... quizás solo era mi bienvenida... aún así, no pude evitar que me ignorasen.
Está claro que mi destino es ser invisible a los demás...