Elizabeta Hédeváry

por Invitado Miér Jul 21, 2010 10:08 pm

.Gakuen Hetalia.
Registro personal.
Certificado por la asociación Mundial de la educación.

Nombre completo: Elizabeta Héderváry
Sobrenombre: Eliza
País al cual representa: La República de Hungría.
Edad: 18 años.
Curso: Tercer grado
Club: Natación

Actitud mental:

Elizabeta es una de las muchachas más complicadas que conocerás en toda tu vida, incluso cuando a simple vista parece una muchacha madura y centrada, mientras la conoces más y más a fondo, te das cuenta que aunque no estabas tan equivocado, ella no pierde la oportunidad de mostrar esa actitud fiera y autoritaria que siempre a estado en su interior. Es muy amable con todos, con todos menos Gilbert, pero es un caso aparte, pero no puede evitar de vez en cuando cometer unas cuantas travesuras. Es marimacho, pero no lo demuestra a simple vista, pues sus modales son bastante buenos. Se dobla completamente con Roderich, pues con él se comporta totalmente diferente a cualquiera. Lo quiere mucho y daría todo por demostrar que le importa realmente.

.Cualidades físicas.

Estatura: 1.68 centímetros.
Peso: A una señorita no se le pregunta eso, pero si tiene que responder, 55 kilos.
Color de cabello: Castaño claro.
Color de ojos: Verde esmeralda.
Tonalidad de piel: de un blanco lechoso.
Extras: debido al club que pertenece, es delgada pero fibrosa. Su cabello es largo y sedoso, le llega más abajo de media espalda, es su mayor orgullo y lo cuida como si fuera un tesoro. Siempre lleva una flor en el costado derecho, arriba de su oreja. Una de las cosas que todos coinciden es que Elizabeta es una muchacha muy guapa, pero ella parece no notarlo. El uniforme lo usa a su forma, con la falda un poco más corta de lo habitual y sin chaleco. Su vestimenta normal es normal, pero no le gusta andar sin un vestido y claro, la flor.

Historial:

Elizabeta nació como una niña normal, con padres que la querían y la cuidaban, aunque precisamente, ella no era normal, en ningún sentido. Convencida de que ella no era una chica, si no que un chico, desde pequeña comenzó a juntarse con hombres, siempre con el pelo corto y usando pantalones, cosa que horrorizaba a toda chica que la veían. Era una de las mejores en la lucha y le ganaba a todo chico, por muy grande y fortachón que fuera. Todo eso la hacía feliz, hasta el día en que su madre, cansada de los reproches de otras madres que le decían que no podía dejar que una mujer se comportara así, le compró un vestido. Elizabeta aceptó, pero muy a su pesar, sus días de hombre habían acabado, para siempre.

Comenzó a aprender a cocinar y comportarse como una señorita, ahora con el pelo largo y una flor que le regaló un chico en su cabello. No le gustaba esa nueva yo, pero debía admitir que ahora se veía... bien. Su madre no le dejaba de repetir aquello, por lo que terminó por creerse una muchacha, pero jamás dejó de lado esa escencia de hombre, con una fiereza que ninguna igualaba, siempre con una sonrisa pícara que le hacía parecer más libre que nunca.

Las cosas no parecieron cambiar cuando fue aceptada en la academia más prestigiosa que se conocía, todo debido a sus increibles notas. Ella seguía siendo una Elizabeta luchadora y fiera, que no parecía ser domada por nadie, por nadie que no fuera Roderich. El muchacho era capaz de calmar a la chica, aunque se reconocía que él no sentía lo mismo que ella. Entendía que él era muy silencioso, pero jamás le lograba sacar palabra o sonrisa, lo que le molestaba. Lo quería y mucho y le dolía no poder hacer nada para que él sintiera lo mismo.

Su refugió y quizás mayor orgullo era el club al que pertenecía, natación era lo de ella. Aunque sabía que no era la mejor, todos los días se dedicaba a entrenar duramente para ser cada día una mejor competidora y los esfuerzos dieron resultado. Ahora es una de los mejores miembros del club y espera ganar un famoso campeonato antes de irse de la academia.

Fotografías:

Spoiler:

Anexo:

Admite que le gusta mucho Roderich.
Es muy buena cocinera.
Falta la regla seis.
Jamás deja de lado su flor en el cabello.
Aunque es muy guapa, los chicos le tienen miedo.
No tiene mascotas, pero le encantan los conejos.