Almuerzo costumbrista [Salva]

Al fin la hora de comer. Y no, no es que fuera un maniatico de la comida, solo que esta vez era un poquitín más especial. Ya algo aburrido de la comida común y corriente que servían en cafetería, decidió preparar con sus propias manos un bento y llevarlo como almuerzo. Después de todo, era muy arraigado a sus costumbres, y el estar en una Academia tan hetereogénea le había hecho olvidar éstas por un instante.

Buscó un puesto que estuviera libre dentro de aquella gran habitación, y cuando lo encontró, se sentó tranquilamente en este, para después sacar su preciado bento, y los palillos respectivos. Aah, los palillos~ Hace tanto tiempo que no los usaba... Abrió su bento, y probó un pequeño bocado: se nota que extrañaba la comida japonesa...

Seguía disfrutando de su bento tranquilamente, cuando notó como alguien le dirigía la palabra. Específicamente, le pedía compartir mesa. Levantó la mirada para ver de quien trataba, y pudo notar al moreno con una amplia y cálida sonrisa. Buscó rápidamente en sus facciones alguna mala intención (y es que últimamente las personas...), pero al no notarla, sonrió con simpleza, y abrió una de las sillas.

- No hay problema de mi parte -contestó, a la vez que le alcanzaba una silla- Solo que no soy muy hablador que digamos...

Dicho esto, prosiguió a seguir con su bento, aunque por algunos instantes, levantaba la cabeza para observar disimuladamente a su ahora compañero de mesa con un poco más de detalle. Si su memoria no fallaba, era uno de los primeros chicos morenos que observaba frente a toda la invasión europea a la que había estado acostumbrado. De seguro, sería del continente americano, lo cual, le produjo algo de curiosidad. Pero su timidez era mayor, por lo que se concentró más en su almuerzo, tomando una verdura salteada, y comiéndola.

Spoiler:

De una u otra manera sintió como incomodaba a su nuevo visitante con su mirada, por lo que procedió a desviarla, y seguir con su comida. Escuchó de donde venía, y efectivamente, era un latinoamericano. Sería interesante observar y comparar sus culturas, siempre y cuando se diera la posibilidad de aquello.

- Soy Honda Kiku, de Japón, un gusto en conocerte -dijo, a la vez que hacía una leve reverencia con su cabeza- M-Me disculpo si antes te hice sentir incómodo...

En realidad, no sabía que decirle, pero ya que se había sentado con él, y se había presentado, tenía que sacar un tema de conversación. Miró su almuerzo, y encontró luces para iniciar.

- ¿Qué suelen comer allá? -dijo aún mirando si bento- Nosotros solemos comer un surtido de cosas.