Para Westo.

por **Gilbert Weillschmidt** Vie Ago 06, 2010 5:04 am

Muchas cosas habían pasado, se sentía desincronizado con su propio hermano, no entendía por que pasaba eso, por que se enojaba con él de esa manera... era algo ciego a veces pero realmente no quería dejar a su hermano lejos de esto, de esto no. Estaba seguro que a su hermano le gustaría... por más que no lo aparentara, sin mencionar que podría liberar tensiones y quizás soltarse un poco con él. Tomó lápiz y papel y escribió:

Westo: Antes que arrugues y tires esto leelo. Estoy organizando un club de la pelea, un uno a uno por eliminatorias hasta que solo quede un ganador. Es a puño limpio y se harán apuestas. Sé que no apruebas este tipo de cosas... pero me gustaría tenerte allí. Es el sábado a las 11 de la noche en el sótano. Avisame si participas.

Dudó unos segundo y terminó por escribir

Ich liebe dich, Gilbo. y dejó la nota en la almohada de su hermano antes de irse.

por Invitado Vie Ago 06, 2010 5:28 am

No eran hartas horas de la noche, pero había sido un día largo y duro; el entrenamiento por un lado había estado genial, pero las clases de Historia e Idiomas fueron un completo desastre, es decir, el Profesor no hacía más que divagar sobre Filosofía y moral, y ni siquiera mencionar lo que salía en los libros registrados acorde al programa de estudios, ¡vaya fastidio!.

Mentalmente agotado, con los párpados sumamente pesados, la espalda un tanto adolorida, los pies helados del frío, y un abapago bostezo, entró a su habitación estirando un brazo, a la par que abría lentamente la puerta, y sin siquiera mirar quién estuviese presente, la cerró con un pequeño golpecito del pie, y se tendió sobre la suave y cómoda cama, a la que nunca había extrañado tanto como ese día.

Lo que realmente le preocupaba, era si lo que sentía era fatiga, o que realmente estaba algo deprimido y tratando de asimilar la situación en la que había visto a su querido hermano mayor recientemente. Lo que si sabía es que se sentía algo débil, producto de la fatiga o de una depresión, no le prestó mayor importancia cuando se encontró con el trozo de papel que descansaba sobre su almohada.

Leyó con detenimiento, y aunque alguna mueca de amargura o desaprobación se dibujara, decidió llamar inmediatamente a su hermano, más allá de que lo que estaban haciendo atentaba contra las normas de la Academia, se decidió por llamarle al móvil y contestarle con una voz cargada de determinación:

- Bien, lo haré, entraré.

Dijo apenas Gilbert atendiera el teléfono. Aunque quizás, tras sus verdaderas intenciones, quería saber si un par de buenas peleas, le devolverían su ánimo de siempre.

Además... era la primera vez que Gilbert le invitaba a uno de sus eventos "ilegales", y aún así, no podía quitarse esa dolorosa imagen de la cabeza. Quizás su hermano le estuviese hablando, él solo estaba pensando en eso que le vio hacer.

por **Gilbert Weillschmidt** Sáb Ago 07, 2010 5:34 am

Su celular sonó mientras aún estaba en el club, no sonó Rammstein... no, sonó algo marcado, fuerte e imponente, una marcha militar. Era el ringtone de su hermano, atendió al instante casi que soltando la guitarra de entre sus manos. Solo un "click" al atender y no llegó a hablar que encontró su afirmativa.

- Awesome, Westo! ¿Quieres que te explique las reglas? ¿West? - Sentía que no le escuchaba, no le respondía. Suspiró y terminó por cortar. Al menos le tenía dentro, ya podría hablar con él una noche antes del sábado.

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