Aceptando

Había ido al taller corriendo por los pasillos, huyendo de sus pensamientos y tratando de que las lagrimas no salieran de sus ojos. Abrió la puerta con estrépito, agradeciendo internamente que se encontrara vacía, dirigiéndose a la esquina mas alejada de la puerta, sentándose en un pupitre. Colocó las manos en su rostro y, finalmente, rompió en llanto, temblando de forma incontrolable, mientras el dolor, la confusión y la cólera se fundían en un solo sentir.

Recordó lo que había visto, sintiendo como su corazón le dolía, su cuerpo dolía, su alma dolía. "¿Por qué? ¿Por qué precisamente él? Es mi amigo, solo eso, MI amigo"- Trató de respirar normalmente- "Si es tu amigo, ¿Por que actúas de este modo?"- Estuvo así durante un rato, en esa misma posición mientras el dolor le consumía intentando contestar esta ultima pregunta- "Porque él... él..."- Se estrujo la cabeza para finalizar su respuesta-"Él me gusta..."

Se calmó, era cierto, el otro chico había dejado una marca en su corazón, como nadie lo había hecho antes, ni siquiera cuando pensaba que estaba enamorado de su hermana se había sentido así- "Tranquilo, él es así, se acuesta con todo el mundo" - dudó de esto ultimo- "Pero le dijo que le encantaba". Suspiró, se dirigió al almacén donde colocaban todos los materiales de arte, sacó un caballete y los materiales de pintura- Será mejor que desvié mis pensamientos de eso- decidió, dejándose llevar, sin pintar algo en especifico.

Habiendose colocado su bata la cual una vez fue blanca pero ahora no era as que un mar de manchas de colores, tomo de un estante un grupo de pinceles y se dirigio a la sala donde habia dejado su bolso un rato antes. El arte era algo que al italiano joven siempre le habia facinado, todas las epocas, estilos, formas... todo. Podria decirce que era una enciclopedia en cuanto a arte se trataba. Ingresando con su aura de felicidad a la sala principal del taller vio a una figura sentada en una de las banquetas frente al un caballete con un oleo en el cual se estaban pintando figuras de pena por lo que Feliciano llego a ver en la cara del joven artista.

Dio unos pasos hasta una banqueta junto a el a penas haciendo un poco de ruido con sus zapatos contra el reluciente suelo. Tomo aciento, coloco en el caballete un oleo impecablemente blanco y se lo quedo mirando un momento -Sabes? Dicen que los artistas se concentran mejor en su arte cuando una emocion les pega fuerte...- Comento sin quitar los ojos de su nueva base de trabajo -Quieres hablar al respecto?- Pregunto finalmente moviendo los ojos al oleo ajeno y admirando los trazos que habia hecho sobre el.

Pintar, era en eso donde se refugiaba cuando estaba solo, triste, eufórico... colérico. El arte le fascinaba como medio de expresión y de comunicación, como el único amigo que nunca lo abandonaría y que siempre le acompañaba, dándole lo que necesitaba en todo momento.

Salió de sus pensamientos cuando sintió que una voz muy suave le hablaba, parpadeó un momento, ignorando los trazos de diferentes formas y de colores tristes que conformaban un cuadro recién creado por sus manos frente a él.- Creo que se a que te refieres...- sintiendo como su voz sonaba ronca por el largo tiempo que pasó llorando, volteó su rostro hasta quedar frente a un chico de ojos color ambar, rostro suave y de aura alegre- Feliciano...-pensó, sorprendido- No pensé que alguien viniera a estas horas.

-Hablar...- murmuró, dudoso- No quiero molestarte con mis problemas, Feliciano- recordó en primer lugar porque estaba allí, sintiendo como las lagrimas volvían a formarse en sus ojos, por el sentimiento de confusión que lo llenó de nuevo, con la misma intensidad- No es importante, de verdad- desvió la mirada rápidamente, para que él otro chico no lo notara.

-Si te hace mal, entonces me importa- cerrando los ojos al sonreir -y a mi puedes encontrarme aqui a cualquier hora, si sabes bien cuando buscar- volviendo a abrir los ojos y volteandose a su aun no iniciada pieza, sumergio la punta de un fino pincel en pintura color carbon y comenzo delicadamente a hacer lineas sobre el contrastante blanco.

-Ahora volviendo a tu pintura, es muy linda... y triste...- Siguio haciendo trazos continuos sobre el oleo que comenzaba a teñirse del oscuro y apagado negro del que corria por el pincel del italiano. Una figura epezaba a dibujarse peor aun no era del todo clara -Se que no hace mucho que nos conozemos pero...- hizo una brebe pausa para mojar su pincel en la pintura nuevamente -pero puedes conciderarme tu amigo, si es que esta bien para ti- Era curioso como cuando se trataba de emociones, el pelirrojo de ojos amarillos perdia su tan torpe manera de ser y pasaba a ser mucho mas serio y centrado, aunque claro que no le duraba mucho. Pero pareciese que al ver gente que apreciaba en momentos de tencion, frustracion, o depreccion, pasaba a su faceta adulta por un periodo de tiempo suficientemente largo como para dejar a quien fuese pensando en profundidad...

En estos momentos, el ver a Alex en tanta pena, parecio despertarle esa faceta de el que era oculta para muchos, mejor dicho casi todos... Y no se iria, no hasta cambiarle el animo, eso era seguro.

- Es que de verdad me siento muy triste- volteo a ver su pintura, viendo reflejada en ella toda la tristeza que llevaba por dentro. Pero, también se dio cuenta de lo poco que hacia con respecto a esta lamentándose de esa forma, después de todo, aquel chico no era su único amigo; pensó en su hermana, Armonia y los otros chicos que había conocido, sintiéndose un poco mejor ahora.

-¿Amigos?- murmuró y volteo a ver con sus enormes ojos negros abiertos por la sorpresa a Feliciano, quien estaba concentrado en su pintura y se sintió feliz de repente, su corazón estaba mejor ahora, si bien aun seguía herido, también sabia que tenia amigos que lo apoyaban sin importar nada. Se le iluminaron los ojos y, sonrió como nunca lo había hecho- ¡Muchas gracias, Feliciano! Me gustaría mucho.

Seguidamente se volteó hacia su cuadro, mirándolo con detenimiento- Creo que lo dejare así, para mirarlo cuando me sienta triste y recordar que tengo buenos amigos- sonrió, prometiéndose que hablaría con él, diciéndole sus sentimientos y cerrando ese capitulo- Feliciano, ¿Puedes decirme que pintas? - mirando la silueta del oleo de su amigo.

Sintiendose mejor al ver el cambio en la cara del colombiano su interior se lleno de felicidad nuevamente. Estubo unos instantes mientras daba los primeros toques de color a su ya avanzado cuadro que incluyeron amarillos, varias tonalidades de rosa y un poco de negro y algo de gris.

Derrepente, al preguntarle que estaba pintando, hizo una regrecion. Sus ojos se abrieron estrepitosamente, su cara se inundo de rojo y su pulso comenzo a fallarle. Temblaba, MUCHO! Tomo en un arranque de verguenza al ver su obra los bordes inferiores del oleo y lo volteo para que quedara opuesto totalete al joven de ojos oscuros que se sentaba a pocos pasos de el. - N-NO ES NADA! Solo es.. una tonteria...- Podria jurarse que salia vapor de la cara del italiano. "Que verguenza..." Penso para si mismo al mirar el retrato del joven airo que acababa de pintar. Lo apreciaba, quizas demaciado... y se sentia apenado al no ser capaz de decirle abiertamente lo que pensaba. Pero bueno, si no actuase asi, no seria Feliciano Vargas.

-Y... tu que pintas?- Dijo derrepente con su habitual tono infantil, intentando cambiar de tema y haciendo un claro contraste con la voz bastante mas seria que habia tenido hasta hace un momento.

Rió alegremente al ver la reacción del chico respecto al retrato que estaba pintando, porque estaba seguro que era un retrato, poniéndose rojo y temblando. "Debe ser especial para él"- se tapó la boca con las manos, conteniendo sus risas- "Justo como ese chico a mi"- se sonrojó, profundamente al pensar en él nuevamente.

-No estoy pintando nada, pero...- se levantó del asiento, aun conteniendo la risa por el rostro del italiano, y abrió su bolso sacando el cuaderno de dibujo que llevaba a todos lados, regresando a su asiento dispuesto a buscar un dibujo que hacia tiempo que quería pasar a cuadro. Lo encontró, unas manos entrelazadas, manos pequeñas y delgadas con unas fuertes pero, suaves al tacto.

-... me gustaría pintar este- lo miró con detenimiento y ensoñación, mientras sus ojos se iluminaban y sus mejillas se sonrojaban, resaltando su infantil rostro. Tomó un poco de carboncillo y un oleo nuevo, bajó el que reflejaba sus tristezas y empezó a realizar el de sus anhelos.

La risa del colombiano lo hizo por momentos ponerse mas nervioso. Estaba tenso y con mucha verguenza. El color rojo aumento en su rostro hasta quedar casi tan rojo como un tomate, escudandose tras el oleo que deseaba siguiese en blanco.

Cuando Alex fue a buscar su cuaderno de dibujo, el delgado europeo escondio el retrato entre otros tantos oleos ya usados del taller, calmandose luego de haber vuelto a camuflar su secreto y asercandose rapidamente a ver que era lo que estaba siendo plasmado en el nuevo oleo.

-Manos?- Pregunto curioso como era ya costumbre -De quien son? Que significan?- Cuestiono nuevamente. La curiosidad era gran parte de su personalidad, probablemente la que mas lo ayudaba a meterse en problemas. Miro largo rato al oleo siendo coloreado sobre el hombro del colombiano, pero aunque lo intento, no pudo decifrar por si mismo que querian decir... o mas bien... a quien pertenecian esas manos entrelazadas.

Sonrió con la curiosidad infantil de el italiano, ocupándose con su cuadro tratando de averiguar el mejor modo de responderlo, de explicarle sus sentimientos hacia esa otra persona del cuadro y todo lo que representaba para él- Veras, Feliciano- empezó diciendo, mientras continuaba el dibujo-
Son mis manos y las de- bajó el carboncillo, dejándolo al lado de los otros materiales- la persona a la que amo.-

Se volteó, viendo a los ojos a Feliciano, tratando de hacerlo entender todos los sentimientos que esa persona le hacia sentir- Y dime, ¿De que se trataba el cuadro que escondiste?- sujetó una de las manos del joven- Porque parece muy importante para ti- lo suelta, regresando la vista hacia su cuadro- Si no quieres decirme, esta bien. Pero, puedes confiar en mi y sabes que cuentas conmigo para lo que sea-

-No le digas a nadie lo que te dije aquí- sonríe gentilmente- Eres la primera persona a quien se lo confieso- lo señala a modo de juego-

-La persona a la que... amas?- Pregunto un tanto sorprendido. Amor, era algo que Feliciano no comprendia completamente. Nadie habia nunca podido describirle el sentimiento con palabras simples mas que el 'Es cuando sientes mariposas en tu estomago cuando vez a esa persona' que Lovino le habia practicaente escupido varios años atras para que dejara de bombardearlo a preguntas. -Debe ser muy especial para ti para que.. sientas eso.-

Quedo un largo rato admirando el cuadro. Realmente era mucho lo que expresaba con tan poco. Lo envidiaba en parte, por poder plasmar sus sentimientos tan facilmente, y que para el fuese tan dificil no solo plasmarlos sino demostrarlos, admitirlos a esa...persona...

Miro de reojo al grupo de cuadros que ocultaban su obra, volviendo luego los ojos al colombiano ojeando nuevamente su obra antes de contestar. -Es solo, un retrato de alguien. Alguien que me hace sentir... extraño...- Bajo la mirada un poco, pensando en que era esactamente lo que sentia. Ni el mismo sabia de que se trataba. Asi que... -Alex... como sabes que estas enamorado?- Pregunto sin mas mirandolo a los ojos.

Sujetó su barbilla, pensando en como explicarle- Bueno, yo lo se porque...- recordó todos los momentos que pasaban juntos, sus sonrisas, abrazos y besos, mientras una calidez recorría su cuerpo- Me siento muy feliz cuando estoy junto a él, me dan ganas de protegerlo y hacerlo feliz, cumpliendo todo lo que desee- coloca una mano sobre el dibujo original- Tratas de pasar todo el tiempo junto a él y de enterarte de todo lo que le gusta, esforzándote al máximo para agradarle- sonríe, acariciando el dibujo, imaginando la suavidad de esas manos.

- Así es como me siento, bueno ademas de las mariposas en el estomago cada vez que me toca- Ríe dulcemente- ¿Por qué quieres saber esto, Feliciano? Pensé que alguien tan mono como tu ya había tenido experiencia- lo mira, ladeando ligeramente la cabeza con ojos curiosos-

-Yo? E-es que estoy algo confundido...- Explico sentandose en su banco frente al ahora vacio caballete -Hay alguien que me hace sentir raro... y no se si llamarlo amor...- No queria admitirlo, pero se habia generado en el un extraño cariño hacia el modelo del retrato que habia escondido. Queria sacarse muchas dudas, queria saber en que se estaba metiendo. Pero no era tan facil, y menos para alguien con sus transtornos infantiles.

-Quiero saber...que es eso que siento- Jugando con sus dedos sin mirar al colombiano -Es raro... mi corazon se acelera. Pero aveces me pone un poco nerviso..- El rojo nunca abandono su rostro, las mariposas no se iban de su estomago. Desde que vio el retrato no pudo dejar de pensar en el... y no sabia si devia o no mostrarle el cuadro a Alex, ya que aun le costaba admitir que habia retratado al rubio con tanta naturalidad como para no haberse dado cuenta hasta que ya era muy tarde.

-Si, esa es otra señal, se te acelera el corazón- coloca una mano detrás de su cabeza y ríe- Es que siento tantas cosas juntas estando juntos que se me olvida a la hora de hablar de ello.- Lo miró y se dejo de bromas, de verdad se veía confundido, como si sintiera todo eso pero no lo supiera transmitir ni entender de que se trataba- Bueno Feli, tal vez estés enamorado, aunque no voy a concluir en nada, después de todo, es algo que debes comprender por ti mismo-

Colocándose junto a Feliciano le sujeto las manos y lo miró en los ojos, viendo como los sentimientos se mezclaban en esos profundos pozos ámbar- Pero, sabes, también lo puedes averiguar hablando con tus amigos, así como yo lo supe contándote todo. Y la próxima vez que lo vea, le diré. Porque, sabes, enamorarse es una de las mejores experiencias del mundo y hay que compartirla con el ser amado- concluyó, soltandole las manos.

Cuando se rompio el contacto entre sus manos y logro asimilar todo lo que Alex este le habia dicho, comprendio que debia dejar de temerle a lo que sentia. No era nada anormal, ni nada que pudiese hacerle daño... Solo era algo nuevo, y muy especial al parecer. -Entonces crees que deberia decirle, no?- Pregunto no esperando una respuesta -Lo hare! Se lo dire!- Dijo ahora con mucha mas euforia. Corrio nuevamente hacia el grupo de cuadros que estaban aun recostados contra la pared y busco entre ellos el retrato que habia escondido. Lo encontro tras un momento, lo tomo y ya sin, tanta, verguenza procedio a mostrarselo al colombiano.

Puso el cuadro delante de si, sin cubrir su cara ya que queria ver la reaccion del latino. No era muy grande, y solo mostraba de la mitad del torso del rubio hacia arriba. Era simple, sin mucho detalle, pero tenia algo muy peculiar... Habia algo en la mirada del aleman en ese cuadro. Era muy profunda, pero no era para nada seria. Parecia, por el contrario, que emanaba mucha felicidad. -Crees que le guste si se lo muestro?-

Parpadeó un momento, impactado por las acciones del italiano y las emociones que logró captar de el cuadro, un retrato- "Lo sabia"- sin mucho detalle de un joven rubio y de ojos azules, los cuales tenían tal viveza y felicidad, que no pudo menos que sonreír, tratando de memorizar todos los detalles posibles para tener una idea de quien podría ser en un futuro cercano y sentirse feliz.

-Creo que mas bien, le fascinaría- miro al otro chico con los ojos iluminados por la admiración y el encanto que esa pintura le hacían experimentar- Estoy seguro que esa persona de verdad agradecerá tus sentimientos y que valdrá la pena decírselos- Siguió mirando la pintura, fascinado por los ojos del chico del retrato, los cuales, le dieron el impulso a lo siguiente que haría-Y yo- busca su dibujo- le daré este.

Con renovada alegria en si mismo, tomo derrepente el olvidado cuadro que por un momento habia estado inundado de tristeza, en el que habian sido plasmadas tantas emociones juntas, tanto choque sentimental. Le dio una revisada, lo vio un tanto oscuro, asi que en uno de sus impulsos, tomo su pincel, el que habia sido utulizado para el color rojo y que aun tenia unos rastros de pintura en el. Saco la punta de la punta de la lengua y cerro un ojo para darle precision a sus trazos, garabateo algo en el borde inferior del oleo y se lo entrego al colombiano -Creo que si va a hacerte recordar a tus amigos y seres queridos, deberia tener un toque especial- refiriendose al pequeño corazon rojo que habia dibujado en la esquina.

Alzo del suelo el retrato y lo coloco bajo su brazo. -Luego me cuentas como te fue con tu persona especial, si?- Se aserco, beso la mejilla del colombiano en señal de suerte y se dirigio a la salida del salon saltando de felicidad.