¿Quién está en línea?
En total hay 2 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 2 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 217 durante el Mar Oct 29, 2024 1:19 pm
Estadísticas
Tenemos 60 miembros registradosEl último usuario registrado es Sakura Honda
Nuestros miembros han publicado un total de 911 mensajes en 374 argumentos.
Últimos temas
Apuestas. [Kirkland.]
Página 1 de 1.
Apuestas. [Kirkland.]
Las apuestas. Ese peligroso vicio en donde uno pone su palabra como individuo y promete cumplir un reto establecido, basándose en un hecho al azar que nadie puede predecir. En el instituto eran bastante frecuentes, un entretenimiento más de los que ya había, y curiosamente en un día de clases, le había propuesto al inglés uno de esos curiosos tratos. Lo basó en algo tan insignificante como el futbol, y por suerte el equipo al cual el inglés le había dado su voto de confianza, había perdido.
El castigo a cumplir aún no se establecía, pero él también había puesto a su persona en riesgo al haber apostado sin conocer a los equipos, se había acordado que el individuo que perdiera, se sometería a la voluntad del otro por una tarde, ya sea haciendo su tarea, o cualquier cosa que pasara por la mente de los chicos.
No obstante, en su mente había algo más interesante por desear. No solía imaginar esos actos demasiado, pero cuando consideró la posibilidad una sonrisa se mostró en sus labios, quizás en esa ocasión podría desquitar un poco de la admiración que sentía por el inglés.
Esa mañana le había enviado un papel, el cual mencionaba lo siguiente: "Nos vemos en el baño para hombres, a la tercera hora de clase. Ven completamente solo." Un mensaje sencillo y fácil de entender. Se apresuró para llegar de forma puntual al baño, el cual estaba totalmente limpio pues los estudiantes eran cuidadosos con ese espacio, incluso aún olía a lavanda por el reciente aseo. No había nadie a parte de él, y ahora esperaba a la llegada del rubio, mientras se apoyaba en un lavabo.
El castigo a cumplir aún no se establecía, pero él también había puesto a su persona en riesgo al haber apostado sin conocer a los equipos, se había acordado que el individuo que perdiera, se sometería a la voluntad del otro por una tarde, ya sea haciendo su tarea, o cualquier cosa que pasara por la mente de los chicos.
No obstante, en su mente había algo más interesante por desear. No solía imaginar esos actos demasiado, pero cuando consideró la posibilidad una sonrisa se mostró en sus labios, quizás en esa ocasión podría desquitar un poco de la admiración que sentía por el inglés.
Esa mañana le había enviado un papel, el cual mencionaba lo siguiente: "Nos vemos en el baño para hombres, a la tercera hora de clase. Ven completamente solo." Un mensaje sencillo y fácil de entender. Se apresuró para llegar de forma puntual al baño, el cual estaba totalmente limpio pues los estudiantes eran cuidadosos con ese espacio, incluso aún olía a lavanda por el reciente aseo. No había nadie a parte de él, y ahora esperaba a la llegada del rubio, mientras se apoyaba en un lavabo.
Roderich Edelstein- Integrado a:
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 19/07/2010
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Se lamentaba tener siempre el mismo resultado, por eso odiaba apostar. En primer lugar le era muy difícil rechazar alguna propuesta debido a su orgullo, y en segundo, la mayoría de veces terminaba perdiendo. Maldita suerte, ahora se encontraba caminando por los pasillos de la instalación, sujetando una pequeña nota en su mano diestra. Sí, otra apuesta perdida, esta vez fue contra el secretario del consejo estudiantil, aún teniendo aquel puesto no le daba mucha confianza, no tenía conocimiento del "reto" que tendría que llevar a cabo, y el baño no le sonaba un lugar muy prometedor, sin embargo ya estaba allí, frente a la puerta.
Entró con calma, abriendo despacio, tal vez con demasiada calma, asomó la cabeza y logró encontrarse con el autriaco. Una vez confirmó no hubiese nadie más dentro de aquel lugar se acercó al otro chico, metiéndose las manos en los bolsillos en un intento de lucir despreocupado.
-Bien, aquí me tienes, perdóname el atraso... Tuve un par de encuentros en el pasillo - Chequeó su reloj de pulsera, sacando su diestra del bolsillo- Solo han sido dos minutos -Terminó por decir, suspirando ligeramente y esbozando una sonrisa muy pequeña.
Entró con calma, abriendo despacio, tal vez con demasiada calma, asomó la cabeza y logró encontrarse con el autriaco. Una vez confirmó no hubiese nadie más dentro de aquel lugar se acercó al otro chico, metiéndose las manos en los bolsillos en un intento de lucir despreocupado.
-Bien, aquí me tienes, perdóname el atraso... Tuve un par de encuentros en el pasillo - Chequeó su reloj de pulsera, sacando su diestra del bolsillo- Solo han sido dos minutos -Terminó por decir, suspirando ligeramente y esbozando una sonrisa muy pequeña.
Invitado- Invitado
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Sonrió con calma cuando entró el inglés. Siempre le había causado curiosidad su actitud, incluso esas pobladas cejas que ningún otro individuo tenía. Al verlo a unos metros de él, avanzó hacia su ubicación con calma, sin borrar la sonrisa complacida de sus labios. Con gentileza, tomó uno de sus hombros y lo giró hacia el gran espejo del baño, en donde prácticamente le obligó a ver su reflejo, en donde también podría observar los actos del austriaco. Colocó la mano libre en el otro hombro del rubio y así, acercó los labios hacia su oído, en donde comenzó a hablar.- .. ¿Qué se siente, Arthur? ¿Qué se siente pertenecerle a alguien completamente, aunque sea por algunas horas? - Deslizó las manos a través de su espalda, sus finos dedos se deslizaron a través de su columna con un tacto casi efímero, sólo buscando crear un tenue roce a través de su piel. Cuando llegó a su espalda baja, trasladó las manos hacia su abdomen, en donde comenzó a buscar su camisa para empezar a desfajarla con suaves tirones.
Un alumno entró al baño, lo que delataba que la puerta estaba abierta y no pensaba cerrarla. El chico al ver al castaño en ese plan, decidió retirarse. El austriaco sólo sonrió, abriendo los labios para dejar un muy pequeño beso sobre el contorno de la oreja ajena.- No te preocupes, si no haces demasiado ruído, nadie se dará cuenta.
Un alumno entró al baño, lo que delataba que la puerta estaba abierta y no pensaba cerrarla. El chico al ver al castaño en ese plan, decidió retirarse. El austriaco sólo sonrió, abriendo los labios para dejar un muy pequeño beso sobre el contorno de la oreja ajena.- No te preocupes, si no haces demasiado ruído, nadie se dará cuenta.
Roderich Edelstein- Integrado a:
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 19/07/2010
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Solo se limitó a esperar las acciones del otro, hasta que vio su propio reflejo contra el espejo y sintió el aliento del austriaco en su oído. Pertenecer, repitió esa palabra en su mente. No, él no le pertenecía a nadie, nisiquiera por una apuesta, puesto que en ese mismo instante y si se le daba la gana podría librarse de toda esa situación. Pero estaba su palabra en juego, y no era propio de él dar marcha atrás. Una vez que todo aquello atravesó por su mente, sintió la mano ajena rozar su espalda, estremeciéndole.
-No sabría decirtelo con total claridad -Respondió seguro, mientras su camisa estaba siendo desabotonada por el castaño, podía observar todo aquello con claridad, pero su mirada se desvió apenas entró el otro individuo al baño, tensándolo ligeramente. -¿Que no me preocupe, dices? - Hizo una ligera mueca, incómodo- Sé que no debería emitir quejas con respecto a esto, di mi palabra, pero aún así... Este lugar... -No supo como decirlo con claridad, más solo se mordió el labio inferior guardando silencio.
En parte ya sabía a lo que venía, en el fondo lo sabía. Tal vez porque si él aguna vez ganase una apuesta pediría algo similar, pero no solía darse ese tipo de situaciones, sin embargo no logró acomodarse del todo al lugar, no era la idea que media escuela lo viera en ese plan.
-No sabría decirtelo con total claridad -Respondió seguro, mientras su camisa estaba siendo desabotonada por el castaño, podía observar todo aquello con claridad, pero su mirada se desvió apenas entró el otro individuo al baño, tensándolo ligeramente. -¿Que no me preocupe, dices? - Hizo una ligera mueca, incómodo- Sé que no debería emitir quejas con respecto a esto, di mi palabra, pero aún así... Este lugar... -No supo como decirlo con claridad, más solo se mordió el labio inferior guardando silencio.
En parte ya sabía a lo que venía, en el fondo lo sabía. Tal vez porque si él aguna vez ganase una apuesta pediría algo similar, pero no solía darse ese tipo de situaciones, sin embargo no logró acomodarse del todo al lugar, no era la idea que media escuela lo viera en ese plan.
Invitado- Invitado
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Mientras sacaba su camisa de los pantalones, pudo sentir cómo la prenda aún estaba cálida, y el antojo por tocar su piel comenzaba a hacerse más grande, pero debía ir con calma. Si era precavido, el rubio no gritaría demasiado, y además existía la posibilidad de que se volviera a repetir semejante encuentro. Comenzó a desbotonar su camisa desde abajo hacia arriba, y en cada botón un fragmento más de su piel se mostraba en el espejo, en donde podía ver cada paso de sus actos. Cuando logró descubrir su torso por completo, colocó las yemas de sus dedos sobre su piel y deslizándolas hacia afuera a través de sus pectorales abrió su camisa para dar una vista perfecta de su piel, en ese momento sólo pudo pensar que le quería para él.
Estuvo a punto de continuar, pero debió detenerse ante sus palabras, a las cuales pensó en ceder. Avanzó hacia la puerta y le aplicó el seguro para mantenerla totalmente cerrada, no le importaba si eso levantaba sospechas. Cuando logró su cometido, se devolvió hacia el rubio y le tomó de los hombros para girarlo hacia su propio cuerpo.- .. ¿Estás satisfecho ahora? -Mencionó con una ligera maldad. Después le tomó de las caderas y levantó su peso, dejándolo sentado sobre el espacio de los lavabos. A esa altura, logró bajar perfectamente el rosro hacia su pecho, deslizándole los labios cerrados a través de su clavícula, trazando el hueso de esta mientras apreciaba el aroma y calor de su piel, ese rubio era verdaderamente embriagante.
Estuvo a punto de continuar, pero debió detenerse ante sus palabras, a las cuales pensó en ceder. Avanzó hacia la puerta y le aplicó el seguro para mantenerla totalmente cerrada, no le importaba si eso levantaba sospechas. Cuando logró su cometido, se devolvió hacia el rubio y le tomó de los hombros para girarlo hacia su propio cuerpo.- .. ¿Estás satisfecho ahora? -Mencionó con una ligera maldad. Después le tomó de las caderas y levantó su peso, dejándolo sentado sobre el espacio de los lavabos. A esa altura, logró bajar perfectamente el rosro hacia su pecho, deslizándole los labios cerrados a través de su clavícula, trazando el hueso de esta mientras apreciaba el aroma y calor de su piel, ese rubio era verdaderamente embriagante.
Roderich Edelstein- Integrado a:
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 19/07/2010
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Cada roce contra su piel, incluyendo el de sus propias prendas le hacían estremecer muy ligeramente la presión del momento habían hecho de su cuerpo un simple receptor de sensaciones, nada más, pero a pesar de aquello mantuvo su expresión intacta, incluso después de que el castaño se apartara para ir a cerrar la puerta.
-Se podría decir que sí - Dijo con simpleza, no le alteró en absoluto la expresión del austriaco, sin embargo le había sorprendido la acción que realizó, luego. No supo explicarse como el otro le levantó con tanta facilidad. Si bien siempre lo vio con alguien más bien calmado y delicado, ahora podía estar seguro que el chico frente a sí tenía varias cosas guardadas.
Entrecerró los ojos un instante, una duda le había nacido depronto - Aún no me has dicho del todo que quieres que haga, si solo me dejo o... -Pero interrumpió sus propias palabras al sentir los labios contrarios recorrer parte de su piel, terminó por cerrar los ojos, mientras sus mejillas se comenzaban a encender acompañando aquella reacción con un suspiro, un sútil roce y ya le estaba gustando, ahora sí que se sentía bastante avergonzado.
-Se podría decir que sí - Dijo con simpleza, no le alteró en absoluto la expresión del austriaco, sin embargo le había sorprendido la acción que realizó, luego. No supo explicarse como el otro le levantó con tanta facilidad. Si bien siempre lo vio con alguien más bien calmado y delicado, ahora podía estar seguro que el chico frente a sí tenía varias cosas guardadas.
Entrecerró los ojos un instante, una duda le había nacido depronto - Aún no me has dicho del todo que quieres que haga, si solo me dejo o... -Pero interrumpió sus propias palabras al sentir los labios contrarios recorrer parte de su piel, terminó por cerrar los ojos, mientras sus mejillas se comenzaban a encender acompañando aquella reacción con un suspiro, un sútil roce y ya le estaba gustando, ahora sí que se sentía bastante avergonzado.
Invitado- Invitado
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Cerró los ojos. No sabía cuándo volvería a tener un encuentro de esa magnitud con tal rubio, así que se propuso aprovechar al máximo la apuesta que le había implementado. Dedicándose únicamente a las sensaciones, devolvió el rostro hacia arriba y deslizó la punta de su nariz a lo largo de su garganta, mientras sus manos le tomaban de las caderas y al sujetarlas con fuerza, presionó su pelvis contra la entrepierna ajena, en un intenso roce tan profundo que incluso estremeció al castaño. En busca de un poco más de ese delicioso acercamiento, dejó su vientre contra el ajeno para de vez en cuando, frotarlos apenas por encima y delatar lo íntimo de la situación entre ambos.
Estaba tan concentrado en el cuerpo ajeno que no respondió, si no que abrió los labios y con estos dispuesto a devorar su cuello, comenzó a besar en torno a su yugular con un hambre notable, chupaba la blanca piel y cuando tenía oportunidad la mordía con ligera fuerza, no tenía intenciones de lastimarlo. Llegó un momento en que disfrutó tanto besando su piel, que cuando sacó la lengua para lamer por fuera de su boca todo lo largo de su cuello, emitió un jadeo al terminar el recorrido en su oreja. Ahora le tocaba desquitarse con ella, apenas sintió la suave piel del lóbulo la abrazó con los labios y empezó a chupar en largos actos, estaba seguro que con las succiones de su boca dicha parte ya se estaba enrojeciendo demasiado. En ese momento recordó su pregunta, y mencionó sobre su oreja.- .. Sólo disfruta, Arthur. Si quieres responder, hazlo.
Estaba tan concentrado en el cuerpo ajeno que no respondió, si no que abrió los labios y con estos dispuesto a devorar su cuello, comenzó a besar en torno a su yugular con un hambre notable, chupaba la blanca piel y cuando tenía oportunidad la mordía con ligera fuerza, no tenía intenciones de lastimarlo. Llegó un momento en que disfrutó tanto besando su piel, que cuando sacó la lengua para lamer por fuera de su boca todo lo largo de su cuello, emitió un jadeo al terminar el recorrido en su oreja. Ahora le tocaba desquitarse con ella, apenas sintió la suave piel del lóbulo la abrazó con los labios y empezó a chupar en largos actos, estaba seguro que con las succiones de su boca dicha parte ya se estaba enrojeciendo demasiado. En ese momento recordó su pregunta, y mencionó sobre su oreja.- .. Sólo disfruta, Arthur. Si quieres responder, hazlo.
Roderich Edelstein- Integrado a:
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 19/07/2010
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Apenas sintió la presión contra sus caderas, un suave jadeo se apoderó de sus labios, alterando su respiración, por ende su pecho subía y bajaba de manera más acelerada. Disfrutaba aquello y en demasía, por ello su cuerpo se encargó de reaccionar por instinto, atrayendo al cuerpo contrario aún más hacia sí, ansiando sentir un poco más de aquel frote íntimo. Le rodeó la cintura con una de sus piernas, logrando su cometido y usando una de sus manos para alcanzar a enredar sus dedos en el castaño cabello del austriaco.
El húmedo recorrido que llevaba a cabo la lengua ajena en su cuello había provocado en él una suerte de trance que le hizo olvidad en donde se encontraba y qué demonios estaba haciendo. Aunque por un segundo logró pensar, si alguien les encontraba, no sería el único en caer.
En cuanto el otro se apoderó de su lóbulo entregándole aquellos estímulos, se le escapó un gemido, haciendo algo más de presión con sus dedos, halando despacio de los cabellos del castaño, cerrando fuertemente los ojos y comenzando a hacer un ligero frote de sus caderas contra la entrepierna contraria.
El húmedo recorrido que llevaba a cabo la lengua ajena en su cuello había provocado en él una suerte de trance que le hizo olvidad en donde se encontraba y qué demonios estaba haciendo. Aunque por un segundo logró pensar, si alguien les encontraba, no sería el único en caer.
En cuanto el otro se apoderó de su lóbulo entregándole aquellos estímulos, se le escapó un gemido, haciendo algo más de presión con sus dedos, halando despacio de los cabellos del castaño, cerrando fuertemente los ojos y comenzando a hacer un ligero frote de sus caderas contra la entrepierna contraria.
Invitado- Invitado
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Las sensaciones hacían el momento diferente. Ahora no sólo era simplemente darle el castigo de una apuesta, realmente ambos lo estaban disfrutando y eso era demasiado excitante, le hacía arder en placer hacia el rubio inglés que en ese momento, buscaba incluso tener más cerca sus caderas. En esa nula distancia, pudo dejarle sentir que ya estaba presente una erección dentro de sus pantalones, y entre más se frotaba con la ajena, parecía cobrar cada vez más vida. Pero no sólo eso cambió en su ser, su respiración estaba siendo más agitada, se expulsaba con tibia temperatura sobre su oreja, y pudo jurar que cuando sentía una oleada de placer desde su interior, jadeaba contra su piel.
Llegó a un punto donde no sólo se estaba conformando con unas meras caricias, ahora requería un poco más. Bajó una de sus manos hacia la entrepierna ajena, recordando separar la propia para poseer un poco de espacio. Ahí, apegó las yemas de los dedos a la cremallera del pantalón y con un marcado tacto comenzó a presionar su miembro por encima de la ropa, lo localizó perfectamente y con fuertes roces empezó a estimularlo, subiendo y bajando a lo largo del tronco, cuyo grosor ya calculaba a pesar del pantalón. El hacer eso le hizo morderse la comisura de sus labios, específicamente la que se encontraba más cercana a su lunar. Pero como las demás caricias, ese tacto se convirtió en algo claramente inecesario, y ahora se dedicó a desabrochar el pantalón, retiró el botón y bajó el cierre con algo de prisa, y apenas vislumbró su miembro por debajo de la ropa interior, introdujo una mano en esta y cerró los dedos en torno a su tronco, apretándolo entre su cálida temperatura y suave piel.- ¡Mh.. ! Quién iba a decir que el inglés tenía tan buenas proporciones. -Dijo con un tono pícaro y juguetón, sobre los labios ajenos.
Llegó a un punto donde no sólo se estaba conformando con unas meras caricias, ahora requería un poco más. Bajó una de sus manos hacia la entrepierna ajena, recordando separar la propia para poseer un poco de espacio. Ahí, apegó las yemas de los dedos a la cremallera del pantalón y con un marcado tacto comenzó a presionar su miembro por encima de la ropa, lo localizó perfectamente y con fuertes roces empezó a estimularlo, subiendo y bajando a lo largo del tronco, cuyo grosor ya calculaba a pesar del pantalón. El hacer eso le hizo morderse la comisura de sus labios, específicamente la que se encontraba más cercana a su lunar. Pero como las demás caricias, ese tacto se convirtió en algo claramente inecesario, y ahora se dedicó a desabrochar el pantalón, retiró el botón y bajó el cierre con algo de prisa, y apenas vislumbró su miembro por debajo de la ropa interior, introdujo una mano en esta y cerró los dedos en torno a su tronco, apretándolo entre su cálida temperatura y suave piel.- ¡Mh.. ! Quién iba a decir que el inglés tenía tan buenas proporciones. -Dijo con un tono pícaro y juguetón, sobre los labios ajenos.
Roderich Edelstein- Integrado a:
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 19/07/2010
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Si había algo de lo que estaba seguro en ese momento es que cada rincón de su cuerpo ansiaba más. Ahora sí se estaba proponiendo a sí mismo perder alguna otra apuesta contra el "señorito", más que un castigo parecía un premio, y no le desagradaba para nada la idea. Y tal vez porque en ese momento sentía que estaba siendo lo suficientemente atendido, tuvo la necesidad de tocar también. Usó ambas manos para comenzar a deshacerse de los primeros botones de la camisa del castaño, dejando al descubierto el trozo de piel que comprendía entre el cuello y la mitad del pecho del austriaco.
Se detuvo en su acto apenas sintió cuando su, ahora erección, era atendida por las manos ajenas, todo aquello habpia provocado dentro de sí un escalofrío que recorrió su columna, arqueándole la espalda en un gesto notorio de placer. De inmediato hundió su rostro en el cuello del castaño mordiendo ligero su piel, succionando pausadamente, emitiendo ligeros ronroneos placenteros, cuyas vibraciones chocaban contra la piel ajena.
-Y quién diría que el señorito tuviese esta clase entrenciones, y es más, que supiera llevarlas tan bien a cabo- Subió sus labios con una tortuosa lentitud, solo rozando la piel del aludido, una vez llegó a su mentón, comenzó a mordisquearlo de manera suave, casi juguetona.
Se detuvo en su acto apenas sintió cuando su, ahora erección, era atendida por las manos ajenas, todo aquello habpia provocado dentro de sí un escalofrío que recorrió su columna, arqueándole la espalda en un gesto notorio de placer. De inmediato hundió su rostro en el cuello del castaño mordiendo ligero su piel, succionando pausadamente, emitiendo ligeros ronroneos placenteros, cuyas vibraciones chocaban contra la piel ajena.
-Y quién diría que el señorito tuviese esta clase entrenciones, y es más, que supiera llevarlas tan bien a cabo- Subió sus labios con una tortuosa lentitud, solo rozando la piel del aludido, una vez llegó a su mentón, comenzó a mordisquearlo de manera suave, casi juguetona.
Invitado- Invitado
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Permitió que le desvistiera, pues no había mejor placer que el verle reaccionando por iniciativa propia, indicaba que lo estaba disfrutando, algo que le hacía sonreír a lado con cierta victoria que no podía ocultar. Después, siguieron los estremecedores besos que fue colocano en su cuello, lo cual le hizo arder en un jadeo que expulsó sobre su oído, respondiéndole de vuelta.- .. No te estás quedando atrás. -Sonrió, después le tomó de los hombros y le recostó a lo largo de la mesa con algunos lavabos, en el espacio carente de ellos. Logró colocarse encima de estos, prácticamente sobre el cuerpo de Arthur, y sin presionarse contra su cuerpo, primero deslizó los labios sobre los ajenos, chupó su inferior y después, a través de tenues lamidas con la punta de su lengua, empezó a bajar a lo largo de su pecho.
Llegó a su abdomen y con las manos ejerció constantes caricias en sus costados, mientras su lengua daba pequeños giros en torno a su ombligo. No importaba cuánto descubría de su cuerpo, cada razgo le encantaba y seguía explorando sin detenerse. Adjunto a ello, se encontraban las reacciones del rubio, específicamente en su rostro, el cual observaba constantemente de soslayo, no se perdía ningún gesto. Una de sus manos abandonó su abdomen y se colocó en su ropa interior, con el índice tiró del elástico de sus boxer y después de moverlo lo suficiente, logró sacar su miembro para sujetarlo con todos sus dedos, apretó fuerte contra la base y luego, jaló hasta el glande con cierta presión, quería hacerle arder en todos los sentidos.- Arthur .. ¿Ya habías hecho esto alguna vez con un hombre? -Preguntó, la curiosidad había nacido de repente.
Llegó a su abdomen y con las manos ejerció constantes caricias en sus costados, mientras su lengua daba pequeños giros en torno a su ombligo. No importaba cuánto descubría de su cuerpo, cada razgo le encantaba y seguía explorando sin detenerse. Adjunto a ello, se encontraban las reacciones del rubio, específicamente en su rostro, el cual observaba constantemente de soslayo, no se perdía ningún gesto. Una de sus manos abandonó su abdomen y se colocó en su ropa interior, con el índice tiró del elástico de sus boxer y después de moverlo lo suficiente, logró sacar su miembro para sujetarlo con todos sus dedos, apretó fuerte contra la base y luego, jaló hasta el glande con cierta presión, quería hacerle arder en todos los sentidos.- Arthur .. ¿Ya habías hecho esto alguna vez con un hombre? -Preguntó, la curiosidad había nacido de repente.
Roderich Edelstein- Integrado a:
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 19/07/2010
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Intentó como pudo acomodar el cuerpo en el escaso espacio que había entre los lavabos, si bien aquel mesón en comparación con otros era bastante amplio, sin embargo se reducía cuando de acostarse en él se trataba. Una vez pudo estar en la posición adecuada, alzó la vista hacia el austriaco, y el sonrojo se hizo aún más prominente en sus mejillas.
En un intento de calmar esa sensación que comenzaba a quemarle desvió la mirada, encontrándose con el espejo muy cerca de él, delatándole de todas y cada una de sus expresiónes, obligándole entonces a cerrar los ojos en ese preciso momento. Sus piernas se encogieron ligeramente como reacción a las cosquillas que ahora invadían su abdomen por las acciones de la lengua y los dedos ajenos. Se sentía cada vez más expuesto, sensación que terminó por desencadenarse en el instante que su sexo fue liberado de la presión que sus boxers le ejercían. Una de sus manos fue dirigida a su propios labios para retener un gemido que de todas formas salió, creando un pequeño eco en aquel amplio lugar.
-C-claro que lo he hecho, solo... Un par de veces -Respondió avergonzado, sin atreverse a abrir los ojos aún.
En un intento de calmar esa sensación que comenzaba a quemarle desvió la mirada, encontrándose con el espejo muy cerca de él, delatándole de todas y cada una de sus expresiónes, obligándole entonces a cerrar los ojos en ese preciso momento. Sus piernas se encogieron ligeramente como reacción a las cosquillas que ahora invadían su abdomen por las acciones de la lengua y los dedos ajenos. Se sentía cada vez más expuesto, sensación que terminó por desencadenarse en el instante que su sexo fue liberado de la presión que sus boxers le ejercían. Una de sus manos fue dirigida a su propios labios para retener un gemido que de todas formas salió, creando un pequeño eco en aquel amplio lugar.
-C-claro que lo he hecho, solo... Un par de veces -Respondió avergonzado, sin atreverse a abrir los ojos aún.
Invitado- Invitado
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Los pantalones ajenos comenzaron a incomodarle, pues no podía abrir sus piernas para observar más allá de su miembro. Le tomó de los muslos y los juntó hasta dejarle las piernas en forma vertical, después tomó el borde de su pantalón junto con la ropa interior y empezó a levantar la prenda a lo largo de sus extremidades, y cuando llegó a sus tobillos y se topó con sus zapatos, sacó estos uno a uno, dejándolos caer al suelo. Se libró de los pantalones y les dió el mismo final en el suelo que a su calzado, y después utilizó los dientes para tomar uno de los bordes de la calceta, tiró con su boca de esta y la dejó sobre la mesa. Repitió el acto con la otra calceta, dejando sentir el avance de sus labios por la piel de sus pies.
Ya que se había deshecho de toda prenda en esa zona baja, le tomó de las pantorrillas y abrió sus piernas totalmente, no obstante las rodillas las empujó contra los hombros ajenos, obligándolo a levantar sus caderas y ofrecer un ángulo sumamente expuesto e íntimo de su entrepierna, la cual se dió el tiempo de observar todo lo que quiso. Después de satisfacer su mirada, cerró los ojos y sacó la lengua, deslizándola entre sus testículos hasta su miembro, y cuando sintió la piel hinchada contra su lengua, comenzó a dejar pequeñas lamidas a lo largo de su tronco, trasladándose justo hacia su glande. Cuando estuvo al alcance de su boca, abrió esta todo lo necesario y le envolvió entre sus labios, adentrándolo en su boca y succionando este con suavidad. Utilizando la lengua, fue retrocediendo el prepusio para dejar expuesto su resbaladizo glande, que no tardó en lamer dentro de su boca, creando círculos en torno a este.
Ya que se había deshecho de toda prenda en esa zona baja, le tomó de las pantorrillas y abrió sus piernas totalmente, no obstante las rodillas las empujó contra los hombros ajenos, obligándolo a levantar sus caderas y ofrecer un ángulo sumamente expuesto e íntimo de su entrepierna, la cual se dió el tiempo de observar todo lo que quiso. Después de satisfacer su mirada, cerró los ojos y sacó la lengua, deslizándola entre sus testículos hasta su miembro, y cuando sintió la piel hinchada contra su lengua, comenzó a dejar pequeñas lamidas a lo largo de su tronco, trasladándose justo hacia su glande. Cuando estuvo al alcance de su boca, abrió esta todo lo necesario y le envolvió entre sus labios, adentrándolo en su boca y succionando este con suavidad. Utilizando la lengua, fue retrocediendo el prepusio para dejar expuesto su resbaladizo glande, que no tardó en lamer dentro de su boca, creando círculos en torno a este.
Roderich Edelstein- Integrado a:
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 19/07/2010
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Se dejó hacer completamente, puesto que también todo rastro de ropa se le estaba haciendo un completo estorbo, logrando soltar ligeros jadeos por cada simple roce en su piel, sobretodo en aquella zona cada vez más cálida y sensible. Finalmente soltó una risita en el mismo instante que los labios ajenos acariciaban en un fino toque. Observaba con atención cada una de las acciones del austriaco, porque en ese instante solo lograban excitarle aún más, haciéndole sentir que la zona de su entrepierna prácticamente se estaba quemando.
- Nhn... ¡Ah! -No pudo evitar soltar aquella ligera exclamación al sentir ya su intimidad completamente expuesta a la vista del castaño, le lanzó una mirada completamente llena de vergüenza y al mismo tiempo de deseo, por ende sus ojos brillaban un poco más, ya se sentía deseoso de poder fijar su vista de la misma manera hacia el cuerpo ajeno, lo ansiaba, tanto como ahora se mostraba gustoso de la acción que llevaba a cabo la lengua del austriaco sobre su miembro. De su garganta comenzó a emerger un suave ronroneo, una manera de expresar el placer que estaba sintiendo y que estaba quemando deliciosamente la piel.
- Nhn... ¡Ah! -No pudo evitar soltar aquella ligera exclamación al sentir ya su intimidad completamente expuesta a la vista del castaño, le lanzó una mirada completamente llena de vergüenza y al mismo tiempo de deseo, por ende sus ojos brillaban un poco más, ya se sentía deseoso de poder fijar su vista de la misma manera hacia el cuerpo ajeno, lo ansiaba, tanto como ahora se mostraba gustoso de la acción que llevaba a cabo la lengua del austriaco sobre su miembro. De su garganta comenzó a emerger un suave ronroneo, una manera de expresar el placer que estaba sintiendo y que estaba quemando deliciosamente la piel.
Invitado- Invitado
Re: Apuestas. [Kirkland.]
La saliva resbalaba por el glande ajeno en cantidades moderadas, pero comenzaba a darle una apariencia resbaladiza y muy húmeda, simplemente deliciosa. Con la lengua empezó a tomarla, pasándola por todo lo largo y algunas veces se enfocó en la base, lamiendo en torno al miembro con facilidad. Estaba disfrutando todo aquello, pero ansiaba más. Con la diestra se aseguró de tomar su miembro y apretándolo, comenzó a frotarlo con fuerza contra su palma y dedos, mientras su boca se dedicaba a darle atención de nuevo a sus testículos. Primero tomó uno dentro de su boca y fue succionándolo con fuerza, removía la piel con la lengua y luego, retrocedía la cabeza para tirar de este. También tuvo que visitar al otro, chupándolo y mordiéndolo con muy poca fuerza.
Era hora de pasar hacia su entrada, prepararla. Abrió los labios y dejó caer un suave hilo de saliva sobre su ano, pero no era lubricación suficiente.. Llevó una mano al lavabo y lo abrió con agua helada, juntando un poco en su palma y luego, dejándola caer en la misma zona. No tardó en llevar un índice a esta, penetrándole con la yema del dedo de forma rápida, sabía que dolería un poco. Se ayudó con el agua para introducirse un poco más, buscando dilatarle.
Era hora de pasar hacia su entrada, prepararla. Abrió los labios y dejó caer un suave hilo de saliva sobre su ano, pero no era lubricación suficiente.. Llevó una mano al lavabo y lo abrió con agua helada, juntando un poco en su palma y luego, dejándola caer en la misma zona. No tardó en llevar un índice a esta, penetrándole con la yema del dedo de forma rápida, sabía que dolería un poco. Se ayudó con el agua para introducirse un poco más, buscando dilatarle.
Roderich Edelstein- Integrado a:
- Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 19/07/2010
Re: Apuestas. [Kirkland.]
Mantuvo las piernas flexionadas para facilitarle el trabajo al castaño, y sus antebrazos se apoyaron contra la fría baldosa que acompañaba a los lavabos. Poco a poco fue incorporando su torso, lo suficiente para tener una visión completa de las atenciones que el otro llevaba a cabo, incrementando al placer por la parte visual. Se mordió el labio inferior con fuerza, evitando volver a gemir, el baño estaba completamente vacío y no confiaba de todo en las paredes, si alguien le escuchaba no le iría tan bien.
Abrió un poco más los ojos en cuanto el austriaco se dirigía ahora a su entrada, lo que provocó en el una ligera descarga eléctrica que atravesó su espalda, y soltó un pequeño gruñido en cuanto el agua fría se hizo presente, aquella zona era la que más le quemaba, y el contraste con aquel líquido se hizo notar.
-T-tsk... - Volvió a recostar su cuerpo contra el mueble en reacción ante el dedo invasor, su espalda estaba arqueada y sus manos fueron a parar a su propia boca para acallar otro gemido salió sin su consentimiento, asimismo hizo un esfuerzo para no tensarse tanto ante aquella acción por parte del otro.
Abrió un poco más los ojos en cuanto el austriaco se dirigía ahora a su entrada, lo que provocó en el una ligera descarga eléctrica que atravesó su espalda, y soltó un pequeño gruñido en cuanto el agua fría se hizo presente, aquella zona era la que más le quemaba, y el contraste con aquel líquido se hizo notar.
-T-tsk... - Volvió a recostar su cuerpo contra el mueble en reacción ante el dedo invasor, su espalda estaba arqueada y sus manos fueron a parar a su propia boca para acallar otro gemido salió sin su consentimiento, asimismo hizo un esfuerzo para no tensarse tanto ante aquella acción por parte del otro.
Invitado- Invitado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Jue Mar 22, 2012 6:52 am por Erik Hendrick
» etto...Hola?
Vie Ago 05, 2011 10:18 pm por Alice Kirkland
» ~Madararui World~
Mar Ago 02, 2011 9:05 pm por Invitado
» Inuyasha RPG
Miér Jul 20, 2011 5:54 am por Invitado
» Afiliación Arcanian
Dom Jul 17, 2011 2:14 pm por Invitado
» Sin City -un foro de rol yaoi-
Miér Jul 13, 2011 2:14 am por Invitado
» ~ Yoso Elementary ~
Mar Jun 28, 2011 2:17 pm por Invitado
» Sakurai Pet Shop (Afiliación Élite)
Miér Jun 22, 2011 5:29 am por Invitado
» Clamor Insania Rol
Vie Jun 17, 2011 3:04 am por Invitado