Un buen bronceado [Lovino]

Una bella tarde en la playa, de lo más cómoda estaba ella en su silla blanca, recostada, mientras tenía un sombrero de paja encima y unos lentes de sol en color verde, un bikini también verde militar, de dos piezas, era lo más relajante que podía hacer en ese momento, pues no había nadie para molestarla. Seguía sin toparse con gente conocida, así que decidió ir a tomar un poco de sol a la playa, pues estaba un poco pálida y debía tomar color. No quería meterse y mucho menos nada, eso no era para ella. Estaba con unos auriculares puestos, escuchando Poison, una buena banda, pero no de su total agrado, solo una canción en especial: "Every rose has it's thorn". Repetía el coro tranquila, pues no había nadie por la playa, al menos no cuando había llegado.

Había puesto algo de bloqueador en algunas partes que no quería bronceadas del todo, como su rostro y abdomen, otras que no iba a compartir~ Igual, no es que fuera a mostrar todo. ¡Claro que no!. Dio un suspiro, sentándose para tomar la botella del bronceador ahora, sería mejor darle color a sus brazos y piernas.

- Every rose has it's thorn.. ♪ -Canturreaba aún con los auriculares.

Escaparse de todo el desmadre que era el instituto no fue fácil, tuvo que esquivar muchos obstáculos, como ese alemán gigante que tanto detestaba. Pero lo había conseguido, una tarde para relajarse, ¿y qué mejor sitio que la playa?, que seguro a esas horas estaría vacía.

Efectivamente tuvo razón, nadie por aquí ni por allá, exceptuando por la joven que parecía estar tomando sol a unos cuantos metros de su posición. La opción de abordarle le parecío llamativa, había conocido tantas chicas últimamente, una más bonita que otra y con ninguna hubo fallo, aunque siempre existía la primera vez para todo. Aún así, algo en su interior le decía que no se acercará, que no era buena idea. Quizás no era como pensaba, pero valía la pena averiguar. Se encaminó lo más seguro de si mismo posible y una vez cerca, divisó la oprtunidad perfecta para cruzar palabras, el bloqueador. ¿Cómo no?, siempre era una excelente excusa.


- ¿Puedo ayudarte con eso?. -Interpeló, inclinando la mitad del cuerpo hacía adelante para mirarle mejor, con una sonrisa leve pintada en su rostro.

Seguía con la música a todo volumen en sus oidos, cerro los ojos tranquilamente mientras comenzaba a abrir el botecito del bronceador. Así que al abrirlo, fue cuando el aparato cambio de canción, hasta parecía echo a propósito ese hecho, ya que precisamente ahí fue cuando le hablaba el chico de cabello castaño, a su parecer estaba demasiado cerca, pero supuso que fue para verle por debajo del sombrero y los lentes de sol que traía puestos.

Lo observó durante unos segundos, mientras lo examinaba, fácil podía juzgarlo, tenía toda la pinta de un galan, de un egocéntrico, tal vez algo pedante, pero en realidad eso era una fachada a su verdadera personalidad, si estaba orgullosa de algo, era de que juzgaba bien a las personas según su propio criterio, podía saber la vida de alguien con solo verlo, al menos la vida "publica", por su vestimenta y actitud inicial, se quito los lentes de sol, dejando ver sus ojos esmeralda, mientras alzaba un poco el sombrero.- Supongo que sí, gracias.~ -Fue todo lo que dijo, pasándole la botella del bronceador, doblegando un poco la pierna, indicando que ese era el lugar donde quería poner aquella solución. Aunque no estaba segura que si debía dejarlo, al final lo hizo.

- Me llamo Alice.. ¿Tú? -Puso pausa a su aparato por un momento, prestando algo de atención al muchacho, algo le llamaba, era peculiar en cierto punto.