Corrigiendo exámenes (Elberrett)

Mal hecho, mal contestado, mal enfocado, mal explicado... Ni siquiera contesto. En esos momentos Saya quería reprobar todos los exámenes y hacerlos ir a una segunda vuelta, pero sabia que no podría, puesto que la mayoría había pasado el examen; Suspiro y se masajeo el puente de la nariz, pensando que eso era ridículo ¿No tenían buenas notas casi todos los alumnos? Últimamente se estaban distrayendo demasiado y se notaba en sus notas.

De pronto, se fijo en los exámenes de los hermanos Weilschmidt. Entregados a distintos momentos pero en su carrera se cayeron y tuvo que reorganizarlos, así que por azar del destino estaban juntos, al corregir el de Ludwig fue obvio que todo estaba perfectamente respondido, y en orden, ahora, con Gilbert...

- ... ¿Escribió en alemán? -Pregunta, perpleja, viendo la hoja llena de dibujitos en los bordes, caritas en las explicaciones y una extraña combinación entre el idioma que debía usar y el alemán- Genial... debí haber estudiado alemán también... -Cuasi lloriquea, notando que levaba bien la idea hasta que de pronto le salio con el otro idioma.

Había sido un día pesado… el director no hacía acto de presencia y todas las tareas administrativas recaían en sus hombros así como un montón de clases, la falta de personal era notoria y los alumnos cada día eran más revoltosos, incluso habiendo subido el índice de visitas a la enfermería. Se sentía evitado por sus nietos y por casi todo el colegio, pero no era algo que le molestase, por un lado lo consideraba bien por el simple hecho que mantenía su paz y tranquilidad.

Era la hora del almuerzo y huyendo del escándalo de la cafetería se dirigió al salón de maestros con una pila de papeles en su mano y la idea de un café en su mente. Al abrir la puerta dirigió su mirada verdiazul a la pelirrosa que parecía abrumada por el trabajo, pensó en dejarla sola y dirigirse a su oficina pero desistió a esa idea, era más cómodo estar allí. Procuraría no molestar así que se dirigió a la parte más alejada d la mesa acomodando sus cosas en silencio.

Su expresión era como siempre, una seriedad tan extrema que le hacía parecer eternamente molesto, su cabello estaba prolijamente peinado hacia atrás y recogido en una prolija y estricta coleta de donde salía la fina trenza rubia. Vestía un traje marrón oscuro con corbata roja y camisa blanca haciéndole ver aún más serio en su semblante. Aún con el traje sus movimientos eran algo tosco y conciso pero no por eso descuidado, al moverse se notaba el marcado de sus músculos por el tensar de la tela.

Tras dejar sus cosas observó a la joven y saludó en voz baja - Buenos días. - al igual que su semblante su voz fue serie y tensa, así como profunda. Se dirigió a la pequeña cocina del lugar preparándose una taza de café.

No tenia traductor, y aunque suponía algunas palabras, prefirió no dejar a la suerte su nulo entendimiento y justo cuando dejó el examen de ultimo, la puerta fue abierta, y ella pegó un salto, poco acostumbrada a un lugar con poca privacidad, porque aunque fueran pocos los profesores, ella siempre estuvo bajo una soledad, fuera lo que hiciera.

Mordisqueó a parte de arriba de su bolígrafo para que no le ganara la curiosidad y seguir pareciendo una profesora muy responsable en sus actos, porque aunque lo fuera, también pecaba de curiosa, en muchas ocasiones no podía evitar mirar incluso una pequeña mariposa que pasaba frente a ella, y luego olvidaba donde se había quedado.

Levanta la mirada cuando la otra persona coloca un montón de papeles y se da cuenta que para su horror ¡Es el subdirector! No es que tuviese nada contra él, simplemente… era demasiado imponente, serio e intimidante. Mordió más fuerte la parte de arriba del bolígrafo, mirando sin ver un examen, hasta que lo escucho hablar y casi suelta el papel de un golpe.

- B-Buenos días, Elberret-san… -Contesta, sonriendo tímidamente. Podía cambiar de idioma, pero los honoríficos japoneses permanecían pegados a ella como a fuego.

Se quedo callada, sin saber que mas decir.

Escuchó el honorífico llamandole un tanto la atención pero siguió en su tarea de ver gotear el café dentro de la jarra. La tensión era demasiada en el aire y no parecía notarlo el rubio, solo el sonido de la cafetera y el tic tic tic del reloj de pared eran los sonidos de aquella sala. Traquilo se sirvió una taza de café, colocó azúcar y procedió a volver a la mesa recién mirando nuevamente a la profesora mientras mezclaba el líquido con una cucharilla tintineando esta en las paredes de la taza. El arrastrar de la silla y el quejar de la misma cuando el peso de aquel hombre se posó sobre esta.

Se estiró unos segundos ese silencio unos minutos más mientras bebía un trago de café y acomodaba los papeles. - Pierda cidado, Miss Nakano. No le interrumpiré, puede continuar con su tarea. - su severa mirada se dirigió a los papeles frente a sí y pasó algunos del presupuesto del consejo estudiantil... con dibujitos a los margenes. Se llevó su diestra al puente de su nariz masajeandoselo... ¿Acaso no podría ser serio siquiera en su trabajo aquel chico? o como él lo consideraba, esa "manzana podrída".

Ella escuchaba lo mismo que él en ese mismo momento… pero multiplicado por mil. Cerró los ojos cuando el hombre movió la silla y se sentó en esta, jugueteando con el bolígrafo que anteriormente había estado mordiendo, pensando en lo mala que era su suerte al estar sola con un hombre que le intimidaba tanto.

Pegó un salto ante sus palabras, murmurando algo entre ingles y japonés mientras bajaba la mirada, volviendo a fijarse en el examen que estaba escribiendo, antes de darse cuenta de que Elberrett miraba el examen de Gilbert fijamente, y de pronto recordó: ¡Ellos eran familia! Más que eso, el hombre denominado como “Germania” era de Alemania, quizás él y no un traductor malo de internet podría ayudarle a entender el examen.

Ahora solo tenía que preguntárselo, aunque ahora que lo pensaba mejor… Dejo caer el bolígrafo, mordiéndose el labio inferior mientras pensaba en que decirle, y se auto convencía que no le iba a gritar o a sacar un arco y una flecha de quien sabe dónde y le dispararía.

- “Debo dejar de ver El Señor de los Anillos” –Pensó para sí misma, suspirando- Er… Elberrett-san… -Llama, mirándolo- Uno de los exámenes que se me ha proporcionado tiene cosas escritas en alemán… ¿Podría usted ayudarme con eso? -Su voz es suave, muy suave, y algo nerviosa. Se sonroja fuertemente cuando termina de hablar.

El sonido del boligrafo caer le hizo sacar sus ojos del exámen para dirigirlos a la pelirrosa con esa severidad que siempre marcaban, aunque realmente estuviese relajado. Enseguida volvió su mirada a sus propios papeles. Bebió un trago de su bebida apenas soplando un poco debido a lo caliente de la misma y se interrumpió bajando la taza cuando ella le habló.

Dejó la taza a un lado y apoyó sus antebrazos en la mesa para inclinarse un poco hacia adelante - Por supuesto. ¿Hizo un exámen de lengua mixta? Que impresionante. - dijo el director con un mínimo gesto de sorpresa.

Se tensó notablemente cuando la mirada del rubio recayó en ella de forma implacable, sintiendo que sudaba frío, aunque cuando su mirada volvió a recaer en los exámenes pudo suspirar aliviada... por poco tiempo, porque al escuchar su pregunta, se sintió por alguna razón nerviosa, pensando en decirle que si, pero luego niega suavemente ¿Que ganaría con mentirle? Después de todo, ese gran error no era su culpa.

-Uhm... No lo hice en lengua mixta... -Explica, sintiéndose mal al saber que ese gesto de sorpresa se iba a borrar- Mas bien fue... escrito así por iniciativa del mismo alumno y no logro entender absolutamente nada de lo que dice porque... no se alemán -Se sonroja ante la confesión, como si fuera un sacrilegio o algo así- ¿P-podría ayudarme?