Entrevista de Bella

Tema de la primera situacion: Alguien ha llenado tu pupitre/escritorio de gomas de mascar, groserías, y un montón de basura

Despues de un largo paseo a la cafeteria para buscar su debida comida y luchar entre los tantos alumnos hambrientos que hacia fila, pudo regresar al salon con el estomago satisfecho acompañado de una leve sonrisa en sus labios, caminaba con lentitud, sin fijarse demasiado en los demas como era de costumbre.
Entró al salon y notó la muy mala sorpresa de que su pupitre estaba "adornado" con las peores groserias contra su persona, al ser ella muy mala en aguantar aquellas muestras de odio, apretó sus puños y refunfuñó en voz baja evitandose atraer la atención; estaba roja de la ira, con el ceño totalmente fruncido y las ganas de llorar al leer la groseria "zorra" escrito en la parte centrica del pupitre, con un marcador realmente grande en su pincelada.

-"Si logro saber quien demonios hizo esto...voy a...voy a..."- se mordió el labio inferior, debido a que no sabia exactamente que hacer, no tenia la fuerza suficiente para armar un escandalo por el pupitre. Solamente suspiró pesadamente, aguantandose, tragandose su ira para ir en busca de la conserje. La cual se encargo de quitarle el pupitre y traerle uno nuevo antes de que las clases volvieran a comenzar.
Se encontraba mirando como ese pupitre lleno de groserias se marchaba en manos de la empleada, atraia las miradas de muchos curiosos alumnos, varias chicas reian por lo bajo y la italiana lo notaba -"Callense malditas...no se rian de mi, tontas....tontas..."- pensaba al mirarlas de reojo, suspirando cuando finalmente tenia un nuevo escritorio.

Las clases continuaron con debida normalidad hasta que al día siguiente uno de los alumnos habia hablado con el director sobre el asunto, este alumno sabia quien habia sido las culpables de la mala broma y no calló el hecho.
Tan pronto la italiana fue llamada a la oficina donde habian tres chicas con las cabezas bajas.

-"Ellas han sido las culpables de la burla, señorita Vargas, serán suspendidas por una semana como castigo y ahora mismo se disculparan con usted."- susurró uno de los profesores,mirando severamente a las chicas las cuales estas se asustaron al momento y enseguida asintieron, disculpandose el trio al unisono con la italiana.

La italiana estaba perpleja ante la situacion y solamente se cruzó de brazos, sin mostrar ningun afecto alguno. -"Malditas perdedoras, comprense una vida en vez de sentirse heroicas haciendo actos tan absurdos"- mencionó ella con toda la mala gana que tenia en su interior, pero sintiendose realmente victoriosa ante el hecho recien ocurrido, a pesar de que ella no habia hecho nada, tampoco su dolor habia sido en vano.

Las tres chicas fueron suspendidas, mirando de mala gana a la italiana, la cual nada mas le saco la lengua en forma de burla hasta sonreirle con cierto triunfo en el momento.
Su problema, habia acabado.

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Tema Libre: Una tienda de peluches.

Ella iba caminando por la ciudad aquel día, despues de una larga jornada en la escuela habia decidido perder el tiempo en el centro, buscando tiendas de interes o un lugar donde pasar un rato antes de llegar a su solitaria casa, no era algo que hiciera siempre pero un paseo nunca le venia nada de mal.
En ese momento que caminaba, notó como una nueva tienda era inaugurada, una sonrisa leve de emoción se le dibujó en el rostro y aceleró el paso para llegar a la nueva atracción; sus ojos se iluminaron como estrellas cuando esta tienda era nada mas ni nada menos que de peluches, de todos tamaños y formas.
Miró a ambos lados procurando que ningun estudiante le viese entrar, teniendo la vista a salvo, entró rapidamente y maravillada quedó con la nueva tienda, un tomate grande de peluche robó toda su atencion, lo tomó entre sus brazos y lo abrazó con ternura, hundiendo su cara en este.
-"Tan suave...tan esponjado, está realmente perfecto..."- susurró ella en voz baja sin esperar que el encargado de la tienda estuviera tras ella, observando esa escena con ternura, no dudó en hablar.
-"Es de la mejor calidad y material, nunca dejará de ser 'esponjado', eso te lo puedo asegurar"- dijo él con absoluta gracia a lo que la chica se volteó totalmente sonrojada al verle, por lo niña que se veia abrazando tal peluche.
Tragó saliva y negó con la cabeza repetidas veces -"¡n-no es lo que parece!, yo estaba...yo estaba..."- tartamudeaba al no poder explicarse, roja como el mismo tomate, se lo entregó a la fuerza al encargado y salió corriendo en cosa de segundos, totalmente avergonzada del acto recien ocurrido -"¡de-deberia dejar de hablar conmigo en voz alta!"- gritó para si misma mientras corria de vuelta a casa.

Spoiler:

Tienes el nivel, pero no debiste haber posteado ficha sin que te aceptáramos la entrevista.
De todos modos, quedas aceptada.