¿No debería estar estudiando? [Feli]

Era un día sin novedad, como siempre, y Kiku se encontraba en su habitación, disfrutando de la soledad que ésta le otorgaba. Tenía conciencia del compañero de habitación que tenía, pero no había hecho un esfuerzo por hablarle, ya hubiera sido por timidez, o porque no topaban del todo. Tal vez hoy tendría la oportunidad, ya que se quedaría todo el día adentro, pero tampoco lo veía muy posible, puesto que se encontraba completamente enfrascado en un juego RPG para Nintendo DS.

¡Había estado casi una hora intentando derrotar al mismo jefe! Ocupó todas las estrategias que se le habían ocurrido: hacer defensa, ataque conjunto, sacrificar a alguien por el HP de los demás, ¡TODO! Y aún así, nada. Pero noo, no se rendiría en absoluto, aunque eso implicara dejar de lado el hecho de que tenía que estudiar para mañana. No podía ganarle ese juego, ¡no a él!

Regresaba de un dia largo, muy largo, solo queria caer sobre su cama y dormir. Llevaba consigo un cuadro, que habia pintado mientras tenia una charla con Alexander mas temprano ese dia, e hizo lo imposible por que nadie lo viera. Para su suerte, nadie logro ver de que se trataba. Reviso su bolsillo izquierdo, saco la pequeña y plateada llave del cuarto y abrio. Cuando entro, noto a una figura sobre la cama mas ordenada del par. Cerro, y se volteo a ver nada mas y nada menos que a su compañero Kiku, proveniente de Japon por lo que habia oido.

Era la primera vez que lograba verle por mas de 3 segundos. Normalmente, cuando el se dormia la cama estaba desocupada, y al despertar, tampoco habia nadie. Dejo el bolso contra la pared y se aserco al japones que parecia no haberlo notado aun. Apoyo el oleo que traia con el entre su cama y la pared, mirando luego sobre el hombro de quien parecia estar luchando encarnizadamente con un videojuego.

-La idea es rebotarle los ataques, su punto debil es si mismo- Explco derrepente al japones cuya oreja estaba a penas a unos pocos centimetros de su boca.

Apenas sintió como le hablaban, su cuerpo se estremeció por completo, y en un instinto de defensa, pausó el juego y cerró la DS. ¡No podían haberle descubrido tan fácil! Además, ¿quién entra a su habitación sin avisar? Dirigió la mirada hacia el responsable del tremendo susto, para notar al italiano, su compañero de habitación. Suspiró, después de todo, tenía todos los motivos para estar ahí.

- Va-Vaya, me has pillado de sorpresa... -fue calmándose de a poco, a la vez que procesaba la situación nuevamente- Espera... -dijo de repente, impresionado- ¿Conoces el juego que estaba jugando?

Le miró nuevamente, y es que era algo extraño que alguien conociera lo que jugara, después de todo, siempre era muy selectivo con sus cosas.

- A-Ara, no me he presentado... -dijo de repente, para después hacer una leve reverencia con su cabeza- Honda Kiku, un gusto.

"Que voz tan peculiar~" Penso asombrado. Era firme pero suave, y hablaba con sierto tono de formalidad. Esto capto mucho la atencion del italiano. Nunca habia escuchado a ningun muchacho hablar asi de seriamente, aun con palabras tan simples. Con una sonrisa en su rostro, luego de ver la pequeña reverencia del japones, se aserco a el y le dio un calido abrazo.

-Yo soy Feliciano Vargas, pero me dicen Feli- Dijo separandose del aciatico. Tenia por costumbre abrazar a la gente que recien conocia, lo que podia dar una mala imprecion, pero lo hacia en señal de cariño y aprecio, lo que en 'Idioma Kiku' seria igual a su reverencia. -Y si, ese juego es uno de mis favoritos! Aunque hace ya algun tiempo que no lo juego.- Explico sonriendo. -Me alegra saber que tenemos cosas en comun! Ahhh y estas en el club de arte no? Recuerdo haberte visto ahy tambien!-

Y asi continuo euforico murmurando comentarios en tono alegre y momentaniamente olvidando escuchar al japones. Sus pocas, casi nulas preocupaciones de como se llevaria con su compañero cuando lo conociese acabaron en ese momento. Al parecer, tenian mas en comun de lo que el pensaba en un principio. Aunque claro que por ser esta la primera imprecion, no tenia por que ser la correcta.

Le tomó nuevamente por sorpresa la efusividad de su compañero, a tal punto, que aquel abrazo de bienvenida le hizo sonrojar un poco, pero por lo poco que ya había observado, el chico tenía algo de rasgos europeos, por lo que en Occidente, era bastante común saludar de aquella forma. Simplemente, trató de calmar un poco sus nervios, y seguir el hilo de la conversación.

No pudo evitar abrir los ojos frente a la aprobación del juego.

- Vaya, nunca me lo hubiera imaginado -comentó- He conocido muy poca gente que juega esta variante de juegos. -sonrió levemente, a la vez que le seguía escuchando, y al nombrar el club de arte, miró a sus alrededores, topándose con el óleo- ¡Sugoi! ¿Lo has pintado tú? Te ha quedado hermoso... -y es que realmente, el chico tenía un talento increíble. Lo más seguro, es que fuera italiano, porque francés, de verdad que no parecía- Yo de verdad no quería estar en Arte, solo lo hice por fotografía, porque los demás talleres no me eran del todo compatibles con mis gustos.

Suspiró, y es que aún deseaba crear su propio club, pero mientras no tuviera quórum, nada podía hacer. Por mientras, solo se limitaría a hablar de lo justo y necesario, si es que la situación lo ameritaba. Aunque parecía que la relación con su compañero iba viento en popa, por lo que esperaba sacar algo fructífero de aquella conversación.

Sus mejillas se inundaron de rojo ante el comentario acerca del oleo. Increíblemente, no intento ocultarlo, por el contrario, se sintió extremadamente alagado y sonrió abiertamente. El japones no parecía de esas personas que salen a contarle los secretos de los demás a todo el mundo. Sonreía sinceramente, de tal forma que el joven italiano no tubo razón para temer. -Muchas gracias. Es un cuadro muy.. especial~- Admitió llevándose una mano a la nuca en señal de pena.

Escucho luego algo que le llamo mucho la atención, no podía creer que a un japones no le interesara el arte! Bueno.. no todos son iguales, pero siempre había dado por sentado que todos las personas de Japón, eran amantes del arte al 100%. Se encogió mentalmente de hombros. No por que fuese lo mas común, Kiku tenia que ser igual. -Fotografiá eh? Me gustaría ver algunas de tus obras luego~ si? Nunca considere la fotografiá como arte, pero bueno, tampoco he conocido muy buenos fotógrafos.-

Noto luego un par de libros sobre la cama ajena. Estaban cerrados, y eran de distintas asignaturas, desde Lenguaje hasta Matemáticas. Se acerco curiosamente y tomo uno de los textos que estaba marcado con varios papeles de colores entre las paginas. Volteo su cabeza para ver nuevamente a la cara de su compañero sin quitar la sonrisa de su rostro. -Ve~ Kiku, tenias pensado estudiar?- Pregunto curiosamente sentándose de piernas cruzadas sobre la cama con los libros, entro a ojear las paginas que este tenia marcadas mientras esperaba una respuesta.