Entrevista Vidharr

*Alguien ha llenado tu pupitre/escritorio de gomas de mascar, groserías, y un montón de basura. ¿Qué hará tu personaje?

Esa mañana se había levantado un poco mas tarde de lo usual, ¿La razón? Sin darse cuenta se trasnocho al estar leyendo una novela de misterio que le regalaron hace algunas semanas por su exitoso ingreso al Instituto. Suspiro al recordar el pésimo final de aquel libro, si tan solo hubiera imaginado que terminaría así ni se habría molestado en leerlo. Se levanto finalmente luego de mirar con odio al dichoso libro, su primer deber fue darse su merecida ducha de la mañana para luego comenzar a vestirse.
Cuando finalmente estuvo listo se miro un rato en el enorme espejo que se encontraba a un lado de su armario, el uniforme le quedaba algo largo en las mangas pero a el no le desagradaba en lo absoluto. Al fijar su vista en sus cabellos noto que estaban algo desordenados por ello se lo peino con los dedos pero al parecer su flequillo no cooperaria con el hoy, fijo sus orbes azules en su cómoda viendo un pequeño estuche color azul marino el cual lo tomo con sumo cuidado y de ella saco su inseparable hebilla con forma de cruz nórdica.

...Para ser un idiota…este regalo no me vino nada mal… Pensó para si mientras inconscientemente una pequeña sonrisa se poso en sus labios al mirar ese objeto, percatándose de ello, la borro enseguida mostrando su típica cara inexpresiva sumándole un aura negra que comenzó a rodearlo, dándole un aspecto muy tétrico que hasta se podía decir que era parecida a la de un cierto sueco que conocía. Dando un suspiro se puso la hebilla con enojo y se encamino a la puerta abriéndola con algo de violencia, ya se encargaría de golpear a ese rubio por hacerle sonreír, lo único que lo aliviaba era que nadie lo haya visto.

Al salir de su habitación camino por los enormes pasillos de aquel instituto llevando el morral en su hombro, miraba con ojo critico los diferentes detalles que estos presentaban que por cierto estos eran muy elegantes para su gusto. No obstante, debía admitir que al menos tenía algo que la hacia confortante, y para el noruego eso era suficiente para pasar la prueba de inspección.
Tardo unos minutos en llegar a su aula, ya que en el camino se había entretenido viendo unas pequeñas hadas que extrañamente volaban inquietas alrededor de un chico rubio con unas cejas enormes y estaba seguro que este se había percatado de que lo miraba mas sin embargo no le presto mucha atención, puesto a que al parecer discutía con otro chico rubio llevaba lentes y por la forma que gritaba no pudo evitar recordar al danés.
Dándose cuenta que nuevamente ese molesto ocupaba sus pensamientos su mirada se ensombreció asustando a mas de uno que justo en ese momento pasaban a su lado, dando un leve suspiro tratando de calmarse volvió a caminar, mas tarde le preguntaría a su Troll sobre aquel muchacho, por el momento lo primordial era llegar a tiempo al aula.

Luego de unas aulas mas se detuvo en frente de la puerta que correspondía a su nuevo salón, por lo que leyó en el folleto en esa aula se encontraría los mas destacados de cada país, entro sin prestar atención a la pequeña multitud que lo miraba mientras hablaban entre susurros, ya que no era de su importancia pero al llegar a su asiento designado miro sin expresión alguna lo que le habían hecho a su asiento. Este estaba completamente arruinado, en el estaba escrita un montón de insultos en varios idiomas, gomas de mascar obviamente recién colocadas y como bonus extra parecía que habían aventado el contenedor de basura. Genial, ya de por si tenia poca paciencia para algunas cosas además de que no precisamente tuvo un buen despertar y ahora esto.

…Al imbécil que haya hecho esto lo pagara… Pensó mientras miraba a todos los que se encontraban en ese momento en el salón, que por cierto no eran muchos solo unos cinco pero solo dos de ellos llamo su atención. Puesto a que cuando su mirada gélida se poso en esos, estos dejaron de hablar y lo miraban con nerviosismo.
Lentamente el nórdico se acerco a los individuos y los siguió mirando, el no seria quien empezara la “conversación”.

-¿Huh? ¿Qué quieres enano?- Pregunto altaneramente el mas alto de ellos mientras se cruzaba de brazos.

-Humm~ Por ahí quiere saber quien es el responsable del desastre en su asiento – Agrego el sujeto de al lado en tanto pasaba su brazo alrededor del noruego como si fueran amigos de toda la vida.

Ante esta acción, la paciencia de Vidharr se había ido muuuy lejos y con una pequeña seña ordeno a su Troll a que elevara del suelo a esos dos alumnos. Y dicho y hecho así se hizo, causando que los otros tres alumnos que estaban ahí se fueran rápidamente y que los apresados por el Troll comenzaran a moverse tratando de zafarse de aquel invisible agarre.

-…Límpienlo…- Dijo tras un enorme silencio en tanto señalaba hacia su asiento con el pulgar.

Ambos estudiantes obviamente no estuvieron de acuerdo en realizar esa petición pero viendo que si no lo hacia ese extraño sujeto no los iba a bajar, accedieron finalmente de mala gana. El nórdico contento, aunque no lo demostrara, ordeno a su Troll a que los bajara, no muy delicadamente que digamos. Luego de eso los dos alumnos estuvieron un buen rato limpiando lo que habían provocado ante la atenta mirada del noruego. Cuando por fin terminaron, Vidharr les hizo una seña de aprobación levantando el pulgar y sin más preámbulos se sentó en su asiento ignorando a los otros dos y pretendiendo que nada paso. Esto provoco mas desconcierto que enojo en los chicos pero pronto entendieron el porque había hecho eso, pues sin darse cuenta todos los alumnos se encontraban ya en sus respectivos asientos y el profesor a cargo los miraba muy enojado exigiendo una respuesta por las pintas que tenían y el porque no estaban en sus asientos.
Obviamente esos dos alumnos no pudieron demostrar que el noruego tenia la culpa ya que osino provocaría que ellos mismos se delatasen. Finalmente el profesor los mando al salón de castigo, pero antes de salir del aula dieron un vistazo a cierto nórdico y pudieron notar que este los miraba con una pequeña sonrisa arrogante que paso desapercibida para el resto de la clase.

Un post de temática libre, para verificar la creatividad y el desempeño, tal como si estuvieses abriendo un topic.

Luego de ese espantoso día de clases, el noruego caminaba lentamente por los pasillos del instituto mientras en su hombro izquierdo llevaba su violín, no tenía prisas pues el club seguramente estaría cerrado a esas horas de la tarde.
Miraba por la ventana mientras dejaba que sus pies lo guiasen, el sol se estaba ocultando y podría suponer que era más de las 6 de la tarde.

Paro en seco en cuanto estuvo en frente del salón y entro sin pedir permiso, se sentó en una silla y saco su violín comenzando a tocarlo improvisadamente inundando el auditorio de una melodía tranquila y acogedora.
En cuanto un rayo de sol le dio en el ojo paro de tocar, recostando el instrumento con sumo cuidado en su regazo y se dispuso a ver como los últimos rayos de sol alumbraban el vasto cielo que en ese momento estaba teñido de un color anaranjado.

-…Que molestia…– Dijo en un murmuro mientras una pequeña hada se posaba en su hombro, al notarla la acaricio con cuidado y se levanto del asiento para acercarse a la ventana allí coloco su mano en el vidrio que daba al campus del Instituto y se entretuvo viendo como los del club de deportes se iban retirando ya a sus cuartos.

Aceptado.