Mi compañera de habitación me da pánico [Skadi]

Podía decirse que ya estaba comenzando a sentirse a gusto, había entablado ciertas amistades en ese lugar. Aunque aún no lograba hablar con su compañera de habitación...Skadi Heyerdall era una de esas tipas de survival horror que siempre sobrevivirían hasta el más espeluznante de todos los monstruos, porque hasta ellos les tenían miedo a ellas.
Claro que si la nórdica no era eso, era la enemiga final del videojuego.
Hoy era el día.
HOY iba a hablarle.
HOY.
Tragó saliva y se acercó a la chica apenas esta entró a la habitación, decidida a que iba a conversarle, aunque fuese una estupidez o el clima.
-Hola...-Saludó tiritando un poco y luego sonriendo de manera amigable.-Mi nombre es Mei Mei Wang, soy la representante de Taiwán. Un gusto conocerte...¿Skadi, no? Me dijeron que eras representante de Oslo, Noruega...No conozco en persona tu país, pero es muy bonito, adoro recibir postales noruegas. Los paisajes son maravillosos...-

Antes de venir a estudiar a la Academia, la taiwanesa había gastado parte de sus recursos en comprarse libros de culturas mundiales. Y algo que aprendió bastante bien era que en Escandinavia la gente era frívola, en especial los noruegos e islandeses, sin embargo la forma de conseguir ganarse parte de su aprecio era hablando sobre sus países.

Entró al cuarto portando un par de libros, algunos de medicina, otros de mitología. Había pensado en pasar la tarde leyéndolos y se dirigía a su cama cuando sintió la voz de la chica asiática hablándole.

- Hola...-devolvió el saludo y asintió cuando dijo su nombre. Se sintió mal al no saber donde quedaba Taiwán, nunca lo había oído y recién se daba cuenta de ello. ¿Tan poca importancia le había dado a su compañera? - Tak..digo Gracias, me halagan tus comentarios..-continuó dejando los libros sobre su cama y sentándose en ella. Quizás hablar con la chica castaña no sería tan malo, después de todo le gustaba su patria.

Esperó que la taiwanesa dijera algo más, pero no sucedió. "Debe estar nerviosa, sé que doy miedo"

- ¿Te puedo hacer una consulta?- elevó su voz para hacerse oír, no quería seguir incomodando a esa chica que tanto temblaba- ¿Por qué me hablas?

-Porque desde que llegaste no hablas con nadie, ni en la cafetería. Yo por lo menos creo que esta Academia es un cambio a nuestras vidas...Y debemos aceptar esto como un regalo de los dioses...La oportunidad de ser quien de verdad somos y algo me dice que en esa frívola capa de hielo hay una chica muy agradable y tímida~!
Dijo todo aquello sonriendo ampliamente, realmente ella comenzaba a sentirse bien en aquel lugar. No estaba teniendo sus típicos problemas de timidez y acudían esos arrebatos de vez en cuando, pero tan solo le duraban un par de minutos y de un momento a otro se convertía (o mejor dicho volvía a ser) la Mei Mei que tanto le agradaba ser.
Una loca.

Se acercó a los libros, revisando a través de su portada el contenido de estos, buscando un tema en común que pudiese encontrar con la chica de los rubios cabellos. Notó que algunos trataban temas como medicina y los otros se le hicieron conocidos, recordó que una tarde vió a alguien escribiendo algo sobre ellos...
-¿Eh? ¿Mitología? Estos libros los vi antes...¡Oh, es cierto!-Juntó las manos agradecida de que su memoria funcionará y exclamó.-¡El profesor de historia el otro día los estaba leyendo! Inclusive encontró algunos errores y envió una carta a la editorial...Hasta le encontraron razón. ¿Es genial, no?

Miró sin responder a la castaña, pensando que quizás tenía razón y debía mostrar a la verdadera Skadi. Estaba siendo demasiado buena persona, ella era más fría y distante, no le gustaba que invadieran su espacio y tampoco entablar conversación fuera de lo necesario. Sin embargo era necesario conocer a esa chica, la vería hasta que terminara sus estudios.

- Lamento contradecir....pero no soy ninguna de las dos...- dijo con su voz monótona, arreglando un mechón de cabello que caía por su frente. Continuó en silencio escuchando que el profesor que tanto odiaba de nuevo se había salido con la suya y que esa chica además era su seguidora- ¿él...te agrada?...me refieron al profesor Erik...

-El Profesor Erik es un maniático, antipático, cruel, engreído y sarcástico...No soy su seguidora.-Respondió olvidando su habitual sonrisa y deteniéndose a pensar.-Sin embargo es el mejor en sus materias, no sé como alguien puede meterse tantas cosas en la cabeza y ni hablemos de sus conocimientos sobre mitología, lo describiría como satánico, sabe inclusive las de otras culturas... Admiro su inteligencia, pero como persona deja bastante que desear. Eso es lo que creo.
Luego de su pequeño trabajo de Zimbabue quedó traumatizada y rogó que nunca más nadie llegara tarde a la clase.
Se sentó en su cama sin quitar la vista de los ojos de la nórdica, como si esperara una respuesta por parte de ella. Estaba cansada y tenía bastante sueño sin embargo quería conocer mejor a su compañera de cuarto y ayudarle a que conversara un poco más...
Quizá sería difícil, mas no imposible.

No podía negar las palabras de la chica rosa, así le decía en su yo interno. Todo en esa chica era...rosado y al parecer no le importaba demasiado hacer algo por cambiar.

- Ese profesor es sólo conocimientos, y eso es lo que importa. -dictó con tranquilidad, quizás pareciendo que le agradaba ese tipo a pesar de que no era así.- Si es estricto es por que la Academia lo requiere, y por que probablemente tenga problemas para valorarse asi mismo y necesita el hacer sentir mal a sus alumnos para lograr cierta gratificación psicólogica. Parece una especie de parásito asqueroso.

Terminó su discurso o critica y vió como la otra bostezaba, que falta de educación.

- Si te aburro o estás cansada, deberías dormirte y no hablar. ¿No crees?

-¿Eh?-Dijo pestañeando sorprendida, nunca le habían regañado por bostezar en frente de alguien.
"Malditos occidentales y su cultura rara." Pensó.
-En Taiwán y en China no vemos de mala educación bostezar, escupir, eructar o cosas así, son cosas humanas y que el organismo no controla. El cortar a alguien de esa forma cuando intenta hablarte es bastante más mal educado y aún más no demostrar amabilidad con los extranjeros o gente desconocida ¡Y peor aún! con alguien mayor que tú.-
Definitivamente la próxima vez la golpearía con su wok.