Omn omn omn [Libre~]

Si: Anda de compras y No: No lo disfruta del todo. Necesitaba un poco más de ropa para su estadía en el instituto, algo simple, ligeramente elegante y que sea de sus gustos, nada muy estrafalario y fuera de los parámetros de lo que él llama el buen gusto (A pesar de que el resto del mundo cuestione el sentido de la moda de los británicos, pero eso ya es problema del resto). Se iba a poner en marca a ver unas tiendas después de ir a comer, se aventura a lo que sería el centro del patio de comidas y eleva sus cejas para luego fruncirlas con una mueca desconforme.

¿Sólo había comida chatarra? ¿Y la comida de verdad donde estaba? Y lo peor, ese enorme cartel de Mc’Donalds casi lo deja ciego entre tanto color y luz exagerada. Sacaría un cigarrillo en desquite hasta que recuerda que dentro del lugar estaba prohibido el cato de fumar. Damn it. maldice en su mente. Se arma de ánimo, tiene planeado salir pronto de este mero trámite y volverse. Se acercó al único restaurante que era plato libre y podría escoger entre variedad y no comida instantánea y se sentó en una de las mesas solo. Notó una cabellera rubia que se le hizo ligeramente familiar pero… era demasiado particular, resaltando sobre todo ese montón de gente y por lo tanto asume que no debe conocerle. Mejor ignora y come un poco del pescado que ha pedido.

Pinchaba con aburrimiento su comida ¡aquel pescado parecía tan sintético! Y estas papas igual de grasosas, refunfuña por lo bajo no muy seguro si podrá salir vivo de esta travesía (?) de todas formas, ya estaba terminando y su itinerario era ir por un par de prendas y salir de ese lugar rápido, comió el último bocado dispuesto a levantarse de su asiento pero una voz femenina lo sacó de sus cavilaciones, alza la mirada y era….justamente aquella chica familiar. Por lo que asumo: Si se le había acercado era porque si la conoce de algún lugar y no eran imaginaciones suyas.

Alza una ceja y le regala una sonrisa cortes haciendo caso omiso ese terrible apelativo, estaba un poco acostumbrado a ser llamado por su característico tono de pelo-“Estudiamos en el mismo instituto, señorita”- le afirma usando un tono de voz respetuoso y pausado-“Y este es uno de los pocos lugares que hay para salirse de esa rutina, además de tener que hacer las respectivas compras”- A pesar que este sitio también le parecía una real monotonía, por lo que encerrarse en sus asuntos en su cuarto siempre era una mejor opción.