Encuentro~ [Vash]

Bajó la mirada frustrado, se sentía realmente como el peor por hacer sentir tan mal a su hermana. Quería abrazarle, y al menos darle a entender que no era que no la quería, si no que era un asunto distinto, un tema más delicado...

-Liech... mírame- pidió, suspirando mientras acariciaba su cabeza como lo hacía cuando eran niños. Siempre cuando ella estuviera triste o sintiera miedo, solía acariciarle la cabeza como a un animalito, a veces conseguía calmarle un poco.

"¿Acaso no ves lo difícil que también es para mí Liech?"

No quería que las cosas dejaran de ser como lo eran. Las relaciones complicaban las cosas, y si al final salía mal, no recuperaría el cariño de Lili...

Arriesgarse a perderle por completo no valía la pena.

"Entiéndeme..."

-Lili...-

Sus reacciones solo la hacían darse cuenta de que en verdad había tomado una decisión errónea, no le iba a demostrar el dolor, nada de lo que su hermano le causaba en ese momento, no sería nada bueno en realidad, por lo que se aguanto las lagrimas y sonrío, mirándole.

- Listo, NiiSama. -Comento con cierta chispa alegre, aunque fingida obviamente, solamente era para tranquilizarlo y no hacerlo sentir culpable o algo parecido, se iba a tragar todo ese dolor, aquella caricia en su cabeza la calmo solo un poco, pero seguía con los malos pensamientos en su mente, una y mil maneras de olvidarlo..

Sabía a la perfección que ninguna iba a funcionar, pues lo amaba realmente, se dio cuenta en ese mismo instante, estaba enamorada de su hermano. Vaya cosas ¿No? Jamás se había enamorado, al encontrar familia, lo último que pensó fue encontrar un hermano del cual se enamoraría, de nuevo se sentía un tanto patética. Pero esa era la realidad, no había nada más que hacer, seguiría amándolo.

- ¿Sí, que pasa? Hermano~ -Dijo en un susurro, quebrada por dentro pero sonriendo y alegre por fuera.

-Es un.. un poco repentino para tomar decisiones tan delicadas. Hace tiempo que no nos vemos... - murmuró, ojeándole para ver su expresión, tomándo sus delicadas manos.- No quiero... tomar una decisión de estas tan pronto, cuando apenas te he visto luego de años-

Sabía que ella estaba fingiendo alegría, Liech no quería demostrar lo herida que se sentía por él. Como siempre, ella pensando en los demás antes que en ella misma...

-...Esto... no afectará en nada nuestra relación Liech... no te preocupes por eso... - adelantó, sonriéndole suavemente. - Debo poner... mi cabeza en orden... así que no... no puedo corresponderte... ahora-

Desvió la mirada, con suerte Liech captaría el 'ahora', y entendería que no se trataba de un rechazo. Pero, la joven era inocente, no estaba seguro. El solo le quería ver feliz, y debía seguir las órdenes de sus padres. Solo eso...

- No necesitas darme explicaciones.. -Apenas y podía hablar, ya que parecía que el suizo buscaba cualquier cosa que decirle para que dejara de llorar, pero eso ya lo había hecho, dejo que tomara de sus manos, sonriendo de la misma manera.- ¡No te preocupes, NiiSama! Yo fui la tonta que se apresuro.. Jeje~

Saco la punta de su lengua, mostrando un poco de ingenuidad y demás, pues no sabía como debía actuar, solo siguió con aquella mentalidad de "No mostrar que me duele". No quería que su hermano se sintiera mal~ Ni sus amigos al verla así.

- Claro que no, no la afectara.. Somos solo hermanos ¿No? -Recalco la palabra, más que nada para hacerse ella misma entender aquel hecho, pero lo demás no lo esperaba, abrió los ojos, volviendo a agachar el rostro, sonrojada otro tanto más.- ..N-No tienes por que hacer eso NiiSama.. -Algo nerviosa, quería besarlo; una vez más.. Pero no se iba a atrever.

Sabía que le pedía mucho tal vez al querer que le correspondiera, pero es que no le había pedido eso.. Sólo se había confesado, que él estuviera consciente de sus sentimientos, nada más, con un poco de inseguridad, y miedo por igual; se acercó.. besando muy cerca de sus labios, era todo lo que podía hacer, no se atrevía a besarlo.

Sus orbes esmeralda se posaron sobre los de su hermana, parecían profundos lagos que brillaban ligeramente con el suave sol que se asomaba en el jardín.

Sus ojos eran -al igual que los suyos propios- muy expresivos, podía leer en ellos muchas cosas que ella no mostraba por fuera. En su caso el asunto iba igual, era, curiosamente, una característica que compartían a pesar de no conllevar la misma sangre.

Le escuchó en pasivo silencio, sin apartar su mirada de ella mientras hablaba. Y así sin soltarle las manos. Concentrándose en sus expresiones, en los pequeños gestos que generalmente no notaba.

No había cambiado nada…

Antes de darse cuenta, percibió a la chica acercarse hacia él, deteniéndose a medio camino, un deseo formándose en su mirada.

Por un instante dejó de pensar y solo se inclinó hacia adelante, soltando una de sus manos para acariciar la mejilla de su hermana, cerrando los ojos mientras posaba suavemente sus labios sobre los cálidos de su hermana menor, dejando un contacto tenue y lleno de sentimientos entrelazados de por medio.

Sintió su mirada, encogiéndose de hombros, podía saber que su hermano sabía muy bien como leer sus ojos, es algo que no había podido controlar durante el tiempo que le conocía, nunca pudo esconderle una verdad, pues al final de todo su hermano terminaba enterándose con solo verla a la cara, si no lo confesaba con su mirada, se lo decía al final, culpable de estar escondiendo algo.. ¿Cómo era posible que ese chico la tuviera así? Si ni hermanos de sangre eran..se complementaban tan bien.

Sostuvo sus manos con un poco más de fuerza manteniendo ahora los ojos un tanto cerrados, con la intención de no hacer nada, tomando un gran suspiro, pues ya sabía que nada más iba a pasar, creía eso hasta que pudo sentir al chico agacharse a su altura, juntando sus labios una vez más, de manera irremediable, el rubor la tomo con un poco más de intensidad, poniendo sus mejillas rojas completamente.

Hizo un poco su cabeza hacía atrás, pero no separo el beso en ningún momento, al contrario, lo tomo de los hombros para atraerlo un poco más, no movía los labios, pues estaba muy insegura, el beso anterior había sido su primer beso..este el segundo, solo quiso pegarlo un poco más, sentir la calidez de ese acto un poco más.

El aroma del perfume de Liech le dejó algo ido, relajándose en el contacto íntimo que compartían, respirando pausadamente mientras percibía como el sol les alumbraba de lleno, aparentemente sin nubes en ese instante.

Se sorprendió interiormente cuando su hermana le atrajo, pero no se alejó, mantuvo el contacto suave de labios. Sin atreverse tampoco a profundizarlo. Quizás sería ir… ¿muy lejos?

Alejó estos pensamientos, entornando los ojos para presionar un poco más su boca contra la de la otra, abrazándole de la cintura gentilmente, olvidando completamente que estaban en medio del patio...

Jamás imagino que se besaría así.. en su vida creyó iba a besar a alguien y la última persona era su hermano, y he ahí la realidad, su hermano fue su primera experiencia de ese tipo ¿Qué podía decir? Era como si una luz divina la estuviera iluminando, no sabía como describirlo.

Mantuvo el poco contacto, no tan intenso, debido a su timidez, pero no hizo más que continuar, comenzando a mover los labios un poco, sin abrirlos completamente, no sabía como debía moverlos, a que ritmo, en que dirección, nada de nada, sólo los movió a como su cuerpo le indicaba.

Así finalmente se acerco a él un poco más cuando la abrazado por la cintura, un cosquilleo la invadió totalmente, para reír solo un poco, perdiendo la noción del tiempo y el lugar en donde se encontraban, no quería separar esos besos en ningún momento, no lo iba hacer, al menos no ella.

Sintió el suave beso intensificarse un poco, mantuvo el contacto, intentando mostrarle un ritmo suave el cual podría seguir. Entornó los ojos y le abrazó fuertemente, razonando lo que estaba pasando.

Era imposible de creer que estaba en esa situación con su hermana...

Lentamente sintió que el contacto perdía intensidad, comenzando a mover los labios más y más despacio hasta que el beso se volvió una sombra de sus alientos.

El tiempo parecía haberse detenido, mientras el rubio intentaba regresar a tierra, razonando donde se encontraban y así posando sus ojos sobre Liech, a quien aún abrazaba.

Sintió con mucha más fuerza el abrazo, apretó un poco más sus ojos y sus labios, para después solamente abrir sus orbes lentamente, mirándolo fijamente en ese preciso momento, con el calorcillo sobre sus mejillas, perdida.

Jamás lo creyó, sólo en sueños..pero ahora era realidad. Estaba ahí, lo había sentido, su beso.

Por fin el aire les hacía falta, supuso ella, por lo que el beso se separo hasta quedar apenas y rozando sus labios, podía sentir su cálida respiración sobre los propios, olvido por un segundo que estaban en medio del patio. ¿Y si alguien los había visto? No se preocupo mucho por eso y se quedo así de apegada a él, no sabía que decir, ya que en su mente se quedo perdida durante un buen momento, aún sin creer que eso había pasado, seguía en su mundo.

Por fin, apenas y reaccionando un poco, alzo la mirada un poco más, tomando con fuerza las ropas del pecho de su hermano, aferrándose ligeramente, a pesar de que aún la tenía abrazada.- Vash.. -Solo logro susurrar su nombre, con el corazón latiendo a mil por hora.

Su mirada se había quedado algo perdida, entonces regresándola a su hermana quien permanecía rodeada por sus brazos. Le observó, recorriendo sus facciones hasta llegar al moño, ese moño que le había regalado hacía algún tiempo atrás…

Podía recordar cuando estaba tardes enteras explicándole el funcionamiento de las reglas militares con sus miles de caricaturas. Liech no le entendería nada por quedarse distraída mirándolos…

Al escuchar su nombre siendo pronunciado por su suave voz regresó a tierra completamente, expectante a ver si solo se trataba de un suspiro, o iba a decirle alguna cosa...

Sintió su mirada de nueva cuenta sobre si misma, feliz le sonrió tranquilamente mientras se quedaba pensativa, aún con esa bella sensación sobre sus labios, no sabía que debía hacer ahora. ¿Volver a besarlo? Dudaba que su hermano aceptara, por el lugar más que nada.

En ese momento justo todo el tiempo que había compartido con el paso por sus ojos, como un flashback, estaba feliz y se dio cuenta de que era el el único al cual le pertenecía su corazón en su totalidad, lo había decidido, sería su primer, único y último amor..

- Vash.. lo decidí. A-Aunque no me correspondas.. siempre te querré.. -Dice, bajando un poco el rostro, manteniendo su postura tímida, susurrando algo más para si misma, muy bajito.- Siempre te amare..

Se detuvo a mirar un instante las flores a los alrededores, sus ojos volviendo a la chica mientras se sentía mejor al verla sonreír. La sonrisa de la joven era de las cosas más hermosas que había visto en su corta vida, y, el hecho de saber que se encontrara mejor le aliviaba de sobremanera.

Al escucharle le miró algo confuso. ¿Quererle?, él también la quería, era su hermana, y una de las personas más especiales para él.

-Liech … nunca se saben los giros que la vida da. Seguramente encuentres a alguien aún más especial que yo. Y quiero que me prometas que, ese sentimiento que actualmente tienes no te detendrá a cambiarme por alguien más. -

Y ciertamente, estaba mucho más tranquila, un poco mejor y debía aceptar que el beso la había calmado, no dijo nada más durante un rato, mientras escuchaba su respuesta, mostró una sonrisa y así mismo negro con el rostro, realmente su hermano no parecía entender lo que era amar de esa manera especial, "el primer amor", esa era la respuesta que tenía.

Suspiro y solo dejo escapar una risilla inocente ¿Qué más podía hacer al respecto? Nada más, así que tomo otra bocanada de aire, iba a intentar explicarle. O moriría en el intento~

- Niisama.. De verdad no entiendes. No puedo prometerte nada.. Como dices, la vida da giros muy radicales, nunca sabré cuando será el siguiente, pero estoy segura de que siempre estarás aquí. En mi corazón eternamente, pues no soy capaz de imaginarte fuera de él. ¿Cambiarte? Eh.. N-Niisama..eso es imposible. Eres único y..especial para mi.

Mantuvo silencio mientras le veía gesticular, y ciertamente se sonrojó al sentirse ignorante en la materia. ¿Amor?. Si, él amaba a Liech como su dulce hermana, pero era el único amor que conocía...

Y que por ahora deseaba conocer...

Al escucharle reír hizo una mueca, ¿Tan tonto había sido lo que acababa de decir?

Cuando la chica volvió a hablar se sintió especial, realmente afortunado de que su hermana existiera y de que en esos momentos estuviera allí. No podía hacer más que agradecer sus sentimientos, fueran cuales fueran.

Miró al cielo unos momentos, tan profundo a lo lejos. Los ojos de la rubia se lucían así. Solo que menos lejanos y nublados. - No entiendo mucho de esto Lili... - admitió mientras le sonreía y apoyaba su mano en su cabeza- Pero muchas gracias por estar ahí para mí.-