Play Basketball [Arthur]

El lugar entero era, y no es que no lo sospechara, por demás sorprendente. Como era parte del taller de música alternativa, jamás se había pasado por las canchas. En su pueblo natal, las canchas generalmente eran pradas bien podadas y ni siquiera había canastas de basketball, y en la ciudad solo eran utilizadas por profecionales. Por lo que en aquel momento saltaba, corría y encestaba a su antojo, aprovechando que a esa hora nadie se encontraba ahí.
A su alrededor había una decena de balones, cuando encestaba uno y no atrapaba la pelota, tomaba otro del suelo y comenzaba a correr botando esté. Hacía más de una hora que comenzó a jugar, su polera desmangada y roja sufría las consecuencias de aquellos 60 minutos que el americano pasó practicando basketball, pues estaba empapada de sudor. Amaba tanto ese deporte, de niño tenía el presente recuerdo de estar sentado en el sofá frente al televisor, viendo un partido donde su equipo favorito jugaba mientras sostenía firmemente un balón que en ese tiempo era aún más grande que su cabeza. Sonríe ante ese apartado recuerdo y saltó, encestando por enesima vez el balón antes de pisar uno de los otros balones sin darse cuenta.

- Woa... -voló por los cielos y finalmente cayó de espaldas contra el suelo bien encerado, riendo a carcajadas por su descuido.

Finalmente suspiró hondamente antes de cerra los ojos, su respiración era agitada por todas las horas que pasó en movimiento, y el sudor cubría su rostro, cuello, piernas y brazos. Extendió estos últimos, podía sentir el viento colarse por la puerta que descuidadamente había dejado abierta, pero eso no le importó, todo lo contrario, en ese momento aquel soplo de viento le refrescaba.

Caminaba apresurado por el aplio patio de la instalación, lo único que quería era huir de tanta locura, los exámenes estaban cerca y sólo podía oir murmurar fórmulas matematicas y contenido de las clases por parte de la boca de los estudiantes, era frustrante, casi desesperante, quiso ir a leer alguna novela ligera en la biblioteca pero el lugar inslusive estaba peor que nunca. No quiso saber más, entonces supuso que el patio era el mejor lugar para escapar del caos de siempre.

- Nublado... -Murmuró alzando la vista al cielo, ahora entendía porque prácticamente no había nadie tirado en el césped. De todas maneras había vivido toda su vida en Londres, y estaba acostumbrado al clima, se dijo a si mismo que en cuanto comenzara a llover saldría a refugiarse en algún lugar. Se acomodó al pie de un árbol, a un par de metros de la cancha techada de Basket, no era algo que le llamase mucho la atención por lo que comenzó a leer.

Y así pasaron 15 min, hasta que una gotita de agua cayó sobre las hojas de su lectura, pero estaba tan ensimismado que decidió no hacer caso y seguir al menos hasta terminar el capítulo, pero en cuanto cambió de página, el aguacero fue casi una broma de mal gusto.

-Fuck! - Cerró el libro con prisa, la camisa se comenzaba a pegar a su cuerpo y maldijo, corriendo hasta el techo más cercano, notó la puerta abierta y se sintió salvado, al menos por el momento. Con lentitud ingresó al lugar, viendo un bulto tirado en el suelo, no le costó mucho reconocer al norteamericano, y se acercó con curiosidad a observarlo. Se paró a un lado de él, inclinando la cabeza para verle, y un par de gotas de agua resbalaron desde su cabello al rostro del menor.

Podía escuchar las gotas caer, antes de llegar ahí había visto las nubes negras que adornaban el cielo, así que aquel aguacero no podía sorprenderle. Sonrió de lado, eso solo podía significar que por el momento no podía salir de aquel lugar, quizas aprovecharía ese tiempo para jugar un poco más.
Suspiró nuevamente, el ruido de la lluvia lo ponía en una especia de trance y comenzó a sentirse somnoliento. No era que la lluvia le digustara, pero cuando era pequeño era recluído en su cuarto en tiempo de tormentas, el recuerdo de aquello le gano una mueca de disgusto y resopló.
Por ahora podía sentirse tranquilo dentro, lejos de aquella lluvia, hasta que sintió unas gotas caerle en el rostro y frunció el ceño ¿Es que el tejado de aquella "lujosa" cancha tenía agujeros?
Abrió los ojos y para su sorpresa, se encontro con la figura del inglés empapado con el agua de lluvia y se puso en pie de un salto.

- ¿Estas loco? -lo toma de los hombros bruscamente.- Podrías resfriarte si continuas así.

Sin esperar respuesta del ojiverde, lo condujo hacia donde el equipo guardaba las toallas y tomó una para ponerla sobre la cabeza del inglés. Le recordaba de algo, hizo memoria con algo de esfuerzo y lo recordó, estaban en el mismo taller de música alternativa. Levantó un poco la toalla para observar su rostro con fijeza.

- Arthur...

Dió un paso atras y se sentó en las gradas. Aún teniendo los ojos posados en él.

No tuvo mucho tiempo para reaccionar, primero lo vio ponerse de pie casi de un salto, en cuanto iba a responderle fue guiado con algo de brusquedad hacia otro lado. No supo donde, no conocía ese lugar, odiaba los deportes y ahora se arrepentía de haber entrado ahí, tendría que aguantar la hiperactividad del otro chico.

-Estoy acostumbrado a la lluvia... No tienes que preocuparte -Cerró los ojos mientras su cabello era secado, y los abrió de golpe para observar como el norteamericano pronunciaba su nombre y se alejaba sentándose en una banca. -El mismo... -Cogió la toalla sobre su cabeza y la dejó descansar en sus hombros, ahora su cabello estaba completamente despeinado.

Alzó el libro que guardaba en la mano y suspiró con decepción al notar que las puntas se habían mojado, a pesar de que hizo lo posible porque no ocurriera, dejó el texto a un lado, abierto sobre la banca y estrujó uno de los extremos de su camisa.

-¿Te gustan los deportes? Es extraño entonces que estés en el club de música alternativa... -Comentó con absoluta normalidad, secándose una mejilla con la punta de la toalla.

Él mismo había tomado una toalla para secarse el sudor que empapaba su rostro. Alargó un brazo para alcanzar el bolso enorme donde guardaba su ropa y lo abrió, sacando una camisa seca, alzó la vista y no pudo evitar ahogar una risilla al ver el cabello del otro. De nuevo alargó el brazo pero esta vez para alcanza la cabeza del inglés y le peino el cabello con los dedos, pasando estos entre sus mechones.

- Suelo preocuparme por las personas, tengo esa necesidad de cuidarles -retira la mano y le ofrese la camisa.- ¿No hay problema si te llamo Arthur?

Observó el libro con un poco de lastima, bien sabía que cuando las paginas de un libro tenían contacto con el agua, con el tiempo estas terminaban mohosas. Alargó el cuello para leer el titulo del libro, no es que era muy fan de estos, al americano se le podía ver leer cientos y cientos de historietas, pero amaba las novelas policiacas y, secretamente, los libros de terror.

- Puedes secar las paginas con una secadora de cabello, el aire caliente aveces ayuda... -le aconseja alegremente.-

Se encogió de hombros ante la pregunta del inglés, sabía mucho de deportes, había practicado varios como: Soccer, Futbol americano, baseball, entre otros. Pero a diferencia de la música, solo tocaba un instrumento (si así podría llamarsele) y se trataba de la bateria. Tenía un gusto hacia el rock y las bandas, es por eso que se decidió por aquel taller.

- Me gusta la música -pasa su mano destras de la nuca y se rasca distraidamente está.-

Sintió los dedos ajenos pasar por su cabello y alzó una ceja bastante extrañado ¿desde cuándo el otro se estaba dando esas libertades de tocarle abiertamente? Aunque claro, no debería esperarse menos de un norteamericano, tenían poco y casi nulos modales. Sobretodo aquel chico, que según el inglés, no era más que un niñato.

-Arthur, o Kirkland... Pero sin sobrenombres ¿vale? -Recibió la camisa y la dejó sobre la banca para desabotonarse la propia mientras le oía con tranquilidad.

-Uhm, luego me ocuparé de ello, gracias por el dato... -Cuando acabó con los botones terminó por despojarse de su prenda superior observándola una vez la tuvo sujeta frente a sí, negó con la cabeza, la estrujó un par de veces, dejándola estirada a un lado del libro húmedo. Terminó de secarse el torso con la toalla y notó la diferencia notoria entre su cuerpo y el del otro chico, que igual lograba definirse bajo su camiseta, entonces suspiró algo cohibido, odiaba ser tan débil, lo odiaba casi igual que a la actividad física, aunque no tenía mayores razones para quejarse.

-La música es un buen medio para expresarse, sólo te advierto que hay gente bastante rara allí, el líder... Gilbert, es algo... Loco, otros sólo están ahí para figurar. Yo toco guitarra y canto, me ayuda a desquitarme...¿y tú? -Preguntó a medida que se iba poniendo la camisa que el otro le había ofrecido.

- Ha, sorry, Sorry...

Miró detenidamente la mano que había pasado por los cabellos del inglés, la sentía humeda, al parecer los rubios cabellos del otro no se habían secado del todo. Secó su mano con la toalla antes de dejarla sobre la banca.

- Arthur será entonces. -rebuscó en su bolso deportivo otra camisa limpia.- ¿Sobrenombres? Pf, tendría que tener mucha confianza contigo para siquiera pensar en ponerte uno, o... quizas lo haga si me haces enfadar mucho.

Ladeó el rostro y mostró una sonrisa que denotaba un toque amenazador muy ligero. Su rostro volvió a ser serio, en realidad analitico, pues sus ojos recorrían el cuerpo del inglés. Era increiblemente palido, y bastante delgado, eso lo impresionó un poco... jamas había visto un cuerpo similar al de la persona que tenía frente a él. El suspiró del mayor lo saco de su ensimismamiento, arrancandole una ligera risilla que no pudo disimular.

- De verdad que eres delgado...

No sabía medirse, o callarse, y la mayor parte del tiempo decía las cosas que pensaba. Colocó una mano sobre la banca para impulsarse y ponerse en pie, le sonrió a Arthur antes de quitarse la camisa desmangada roja que estaba empapada en sudor.

- ¿Gilbert?... -podía recordarle vagamente, nunca fue bueno con los rostros.- ya veo... -tira la camisa hacia la banca y coge la que esta limpia.- Yo soy más un fanatico a la bateria, es el instrumento que tocaba en casa... pero me encantaría aprender a tocar guitarra.

Comenta animado, antes de meter su cabeza por el cuello de la camisa (terminando todo despeinado cuando saca la cabeza) y los brazos dentro de las mangas. Se acomoda la camisa y puede notarse que está tiene un estampado particular que tiene una sola letra, la "S".

- ¿Te importa si me cambio por completo aquí? -saca unos jeans del bolso.-

¿Hacerlo enfadar? En realidad no tenía intenciones de meterse mucho con aquel chico, sobretodo por esa mirada que le acababa de poner, además ya había aprendido a medirse un poco en aquel internado, ya se había ganado un buen par de puñetazos por negarse a dejar el orgullo de lado, aunque sabía que nunca renunciaría del todo a él.

-¿Tú lo crees? -Contestó de mala gana, una vez que ya se había puesto la camisa del otro, notando como esta le quedaba notoriamente ancha. Le miró con algo de recelo ¿siempre tenían que recordarle su apariencia débil? Claro que siempre tenía escondido un par de trucos bajo la manga, podía lucir delgado, pero era ágil, y de vez en cuando un deje de fuerza se asomada en momentos indicados. Aún así su temperamento era lo único que podía llegar a imponer algo de respeto.

- Gilbert, es fácil de reconocer, tiene el cabello color plata y los ojos carmesí, es muy llamativo por donde quiera que lo mires... -Siguió con la vista la camisa usada, una ligera mueca se comenzó a formar en sus labios cuando notó que el otro se ponía otra nueva encima así sin más.

-La verdad no me importaría, pero he de notar que es bastante extraño el que te quieras cambiar aquí mismo, siendo que hace un par de minutos estabas completamente bañado en sudor ¿no piensas darte una ducha acaso? -Alzó una ceja- Pero es tu desición, por mi parte no tengo problemas, no es como si fuese una especie de chica escandalosa que nunca ha visto a un tipo el ropa interior - De todas maneras dio media vuelta, caminando hacia el centro de la cancha, no quería parecer interesando en seguir viendo el cuerpo del norteamericano, por lo que se situó justo donde su mirada quedaba frente al cesto, se agachó a coger un balón e intentó lanzarlo, pero este se devió descaradamente.

Volvió a tomar asiento, mirando lo curioso que se veía aquel delgado cuerpo (comparado con su complexión) con una camisa que le venía algo grande. Se encogió de hombros y sonrió para sus adentros, pensando que aquel joven se veía lindo así y le recordo a los niños pequeños que se ponía las ropas de sus padres, para simular ser adultos en aquellos juegos de la infancia. Una sonrisa tierna surcó sus labios y comenzó a sacarse los zapatos deportibos.

- Bueno, regularmente no ves a personas delgadas en mi pais... o al menos no en mi pueblo -Tomó un desodorante en spray y comenzó a rociar sus zapatos con este.- Oh, así que ese es Gilbert... si, si le recuerdo.

Volvió a colocar los zapatos deportibos sobre la banca antes de ponerse en pie nuevamente, como no le importaba al inglés, entonces no veía otra contratiempo para cambiarse en ese preciso lugar. Rió un poco al escucharle decir que no era como una chica escandalosa, la verdad esa clase de mujeres le irritaban un poco, y suspiró al escuchar la pregunta.

- Me duchare, claro... pero no me gusta andar con ropa llena de sudor y menos cuando alguien que, seguramente no juega deporte, esta presente... -se quitó el short deportibo y lo lanzó sobre la camisa usada, alcanzó los jeans.- cuando termine esta lluvia y pueda salir de aquí, tomare la ducha.

Por fin logró ponerse los jeans, y captó justo el momento en que Arthur intentaba encestar y fallaba pobremente "...". Volvió a suspirar y caminó hacia él, alcanzando una pelota y se la lanza despacio, para que logre atraparla.

- toma, intentalo de nuevo... -se colocó tras él y pateó suavemente sus pies para empujar sus piernas, intentando separarlas.- abre las piernas un poco y tus codos... -pone las manos sobre sus brazos.- flexionalos... -se separa, colocandose a su lado.-

- Al momento que vayas a encestar has esto... -mueve los brazos hacia arriba y cuando los tiene a la altura de su cabeza, alarga los brazos.- Intentalo -lo animó.-

- Pf... Estúpida pelota... -Murmuró entre dientes, y un ligero sonrojo se hizo presente en ambas mejillas, debido a la vergüenza. Siempre acababa así, por eso cuando era niño nadie lo elegía para formar equipos en deportes, a menos de que fuese únicamente necesario correr, que al parecer, era la único que podía hacer bien.

Apenas oyó sus palabras volteó para atrapar torpemente el balón, suspirando pesado -No es necesario, sé que sin importar cuantas veces más lo intente, el asunto simplemente no va a resultar... - Sus piernas se movieron casi obligadamente por la acción del otro, y sus brazos fueron flexionados. Entonces arrugó el entrecejo - Ya te lo dije, damn... No sirvo para esto... -Observó el movimiento que el otro llevó a cabo. Igualmente le llamaba la atención intentarlo de esa manera, por lo que lanzó el balón y este logró chocar contra el arco, más no encestó.

-Woah... Es lo más cerca de anotar que he estado en toda mi vida... -Sonrió de medio lado, pero finalmente comenzó a andar hacia las bancas. -Pero prefiero dejarle el trabajo a los que saben... -Optó por sentarse y mirar al techo, cerrando los ojos un instante para concentrarse en el sonido de la lluvia. Era algo que había aprendido al estar en un lugar donde siempre llovía casi sorpresivamente. Poder predecir las nubes, si eran pasajeras, o si esperaban seguir mojándolos por mucho tiempo más. Entonces fue cuando recordó lo mucho que extrañaba su hogar, un suspiro melancólico se escapó de sus labios ligeramente entreabiertos.

- Es necesario, si practicas puedes llegar a encestarlo con facilidad.

Podía estar seguro de sus palabras, despues de todo, no había nacido encestando pelotas de baloncesto, le tomó algunos años lograr el nivel de juego que tiene hasta ahora. No le fue facil, despues de todo vivía en un pueblo donde las canchas de basket solo estaban en las escuelas y las cerraban apenas los estudiantes iban a casa.

- ... Cerca -Sonrió divertido, al momento que atrapa el balón, da un gran salto y lo encesta con bastante facilidad. Cuando sus pies tocan el suelo, y junto a él la balón rebota, acomoda sus cabellos, que le habían caido por la frente y cubría sus ojos, a tiempo para ver como el inglés tomaba asiento.

- ¿Te das por vencido tan rapido?

Le mira con reproche, no le agradaba cuando las personas se rendían despues de los pocos intentos, pero decidió no discutirle eso y suspiró. Fue recogiendo los balones y guardandolos dentro de un gran cesto. Dió la vuelta y observó en silencio al inglés antes de caminar hacia él. Inclina un poco su cuerpo para verle, manteniendo una prudente distancia entre ambos, alarga el brazo y pone un dedo sobre la punta de la nariz inglesa.

- ... hm -Atrapó su nariz con los dedos, tapando sus orificios nasales.