Re: Cazando seres paranormales [Manuel/Toris/Roderich]

por Invitado Sáb Jul 31, 2010 7:43 am

No pudo evitar sonreír divertido para cuando dijo que se comparaba más con Cybil en esa situación. Sonrió y apretó un poco su mano antes de seguir el camino. No reconocía nada por donde andaba, realmente en lo único que se había fijado había sido en intentar seguir a la chica y de paso huir de esa extraña cosa que habían dejado atrás. Por largo rato sintió que caminaban en la misma dirección y como que todo se repetía, aunque el moño rosa no aparecía de nuevo. Eso suponía que sería algo bueno. No estaban avanzando en círculos.

De la nada comenzó a escuchar ese extrañamente familiar sonido, de verdad parecía que algo se arrastraba muy pesadamente por el piso. Algo que iba detrás de ellos. A penas alcanzó a voltear la cabeza cuando escuchó el nuevo ruido y el empujón de la chica. Se alcanzó a sostener de un árbol y miró hacia adelante- ¡Mei! –Entonces lo vio. Sus ojos igualmente se abrieron mucho. Observando a esa figura con cabeza piramidal y con aquella enorme espada. Su cuerpo tembló y sintió unas enormes ganas de salir huyendo de ahí lo más rápido que pudiera, pero nuevamente sus ojos se posaron en la chica. No podía dejarla ahí. Menos ahora que le había salvado.

Aún con las manos temblorosas, sacó la linterna. Tomando desde el piso lo que parecía una gruesa rama de árbol y una piedra. Por el momento no podía contar con armas mejores. Encendió la linterna, un poco llamando la atención de la criatura, para seguido, lanzar la piedra. La cual resonó al golpe contra el casco metálico- ¡Oye! ¡Ven! –Le incitó frunciendo el seño. Un poco parecía haber funcionado. Puesto que le miró, pero entonces le vio voltear nuevamente el frente del casco hacia la chica. Entonces no le quedaba de otra, a pesar de que en un momento la palabra “suicida” pasó por su cabeza, igualmente salió corriendo hacia aquel ‘sujeto’. Rompiendo la rama contra uno de sus hombros.

- ¡¡Aléjate, Mei!! –Gritó más como una orden para la chica, golpeando un par de veces con los puños el casco de esa cosa, a pesar de él mismo hacerse algo de daño. La idea era al menos poder distraer a Pyramid head un momento para que la chica pudiera refugiarse.

Esquivó la mano del hombre con casco, sabiendo que si le agarraba era su fin. Retrocedió, aún con la linterna encendida y comenzó a lanzarle más piedras que estaban en el piso. Lo cual por fin pareció dar resultado, pues esa cosa tomó su espada por el mango e ignorando a la castaña, comenzó a avanzar hacia el lituano. Quien de inmediato comenzó a retroceder - ¡¡Corre!! ¡¡Vuelve donde empezamos, te alcanzaré ahí!! –Le gritó mientras comenzaba a retroceder más rápido, esperando la chica se fuera para poder huir de esa criatura, perderla y luego ir hasta el sitio donde le había dicho a Mei… o al menos. Ese era el plan.

por Invitado Dom Ago 08, 2010 12:48 am

Instintivamente se cubrió con el brazo que no había sido herido cerrando los ojos, esperando que quizá su "Ending" fuese de alguna manera rápido y no sufriera. Agradeció en voz baja a todas las deidades que conocía, después de todo su vida no había sido tan mala. Algo aburrida, algo sosa.
Pero había vivido.
Solo pidió en silencio que al menos sus amigos o gente que había comenzado a apreciar salieran vivos de allí y que por favor la recordaran. Después de todo el deseo egoísta de llamar la atención siempre había estado presente en ella.
De pronto Pyramid Head había cambiado su rumbo y se había dado vuelta poco después de que escuchará algo parecido a un estrepitar de algo resquebrajándose. Y ahi lo vió, justo en ese momento Toris intentaba defenderla.
"¿¡Que mierda estas haciendo Mei Mei!? ¡Levántate!"
Se regañó mentalmente asi misma por la debilidad de su ser, no podía quedarse ahí llorando, tampoco lo iba a dejar a su suerte al lituano que se arriesgaba por ella.
-¡¡NO!!-Se mordió el labio inferior intentando que los gritos y su propia desesperación no se reflejaran en su tono de voz.-¡Salimos los dos o ninguno!
¡Piensa, maldita sea!"
La adrenalina corría por sus venas y su cabeza procesaba las ideas. Si Pyramid Head los atacaba era porque, bien ese bicho feo siempre perseguía a todos idiotas de Silent Hill, pero debía haber una buena razón. La primera debía ser que estaba cerca de "algo importante"...
"Un momento...¡Nos atacó directamente y falló!" Ella había empujado al chico, pero Pyramid Head nunca se equivocaba, por lo que lo más probable es que el monstruo estuviese más concentrado en conseguir en algo. O bien, de verdad había fallado.
Ante esas posibilidades, prefirió creer en la primera...Buscó en la oscuridad su mochila la cuál había sido lanzada y se encontraba a unos cuantos metros de ella seguramente. Se levantó adolorida y en un par de zancadas halló su bolso y lo que contenía adentro: El libro de la Biblioteca.
-¡Hey! ¿¡Estas buscando esto cierto!?-Exclamó alzandolo.-¡Ven a buscarlo!
Al decir esas palabras su brazo lanzó el objeto, la taiwanesa además...se aseguró de alcanzar el ángulo perfecto para enviar lejos el libro y conseguir el tiempo necesario.
-¡Corre Toris! ¡La mansión debe estar cerca de aquí!-
De seguro algo se había fracturado, esguinzado o como mínimo una lesión menor que le dejaría un gran moretón por varios meses; aunque ello era lógico después de esa olímpica caída. Pero nada de eso le importó dado que había podido salvarle la vida al lituano.
Cerró un ojo a causa del dolor, quiso correr pero no podía. Se sumaba a su dolor el cansancio anterior, más que nada el mental. El brazo se negaba a cooperarle, le ardía y la pérdida de sangre le dificultaba la concentración. Se estaba desorientando y el aire que había a su alrededor parecía que la estrangulaba.
Comenzó a caminar rápido, ni siquiera se fijó en el rumbo que tomaba; solo sabía una cosa: debía ir en la dirección contraria a cabeza de pirámide.

por Invitado Jue Ago 12, 2010 4:39 am

Por un momento creyó que aquella cosa le seguiría de inmediato, pero escuchó los gritos de la taiwanesa, lo que hizo que el monstruo volviera. Maldición ¿No podía ser un poco más fácil? Por lo visto en ese momento el nivel de dificultad estaba en “Hard”. Observó alrededor, cada uno de los movimientos por parte de la chica, mientras él mismo intentaba buscar alguna clase de arma con la que pudiera defenderse mejor.

En una de las miradas rápidas, pudo observar como en el piso había una barra un tanto más oscura. Corrió hasta esta para cogerla, justo cuando escuchó los últimos gritos de la chica. Viéndola intentar huir nuevamente de aquella enorme criatura. Notó que la barra era fría y bastante pesada. Seguramente un grueso trozo de metal. Como amaba cuando se encontraba algo tan simple pero duradero…

Nuevamente volteó hacia Mei. Notando sus dificultades para moverse. Volteó hacia Pyramid Head unos segundos antes de correr a toda velocidad hacia la chica. En un movimiento que ni él mismo sabía cómo había hecho, le levantó del piso con ambos brazos, alzándola en vilo y corriendo a todo lo que sus piernas le dieron para poder alejarse. Tomando la misma dirección que habían tomado el austriaco y el chileno. Aún llevaba el pedazo de hierro en la mano, nuevamente, no tenía idea de cómo… sólo le faltaba poder metérselo al bolsillo del pantalón…

por Invitado Miér Ago 25, 2010 5:20 am

Sus piernas comenzaron a ceder, temblaba del miedo y la cabeza le dolía, al parecer los nervios le estaban jugando en contra una vez más. Aún así no quería abandonar la huida y siguió tambaleándose hasta que sintió que algo la levantaba del piso en un rápido movimiento. De sus labios se escuchó una maldición en chino mandarín, no por el acto, sino más que nada por la sorpresa.
Miró hacia arriba y se encontró en los brazos del lituano, siendo llevada al más puro estilo de videojuego. Tragó saliva, escuchando el ruido de las hojas al ser pisadas por el monstruo y Harry, se aferró a la chaqueta que este traía puesta a modo de acto reflejo. El brazo le ardía y ni hablar del leve tinte rojo de sus mejillas...En esos momentos era una inútil.
Tomó como pudo el arma que había encontrado Toris y la colocó en sus manos, sabía que no contaba con mucha fuerza pero podía alivianar la carga del otro al correr.
De pronto los árboles que parecían interminables comenzaron a disminuir...Eso solo podía significar una cosa.
Habían llegado.
En sus labios se dibujó una sonrisa al divisar lo que habían buscado por largas horas...La Casa Abandonada.
Cuando estaban llegando a la entrada de aquella mansión comenzó encender y apagar la linterna, utilizando aquellas luces de manera de código
-¡¡MANUEL!! ¡¡RODERICH!!-Gritó a todo pulmón, sintiendo que no podía hacer nada más. No le importaba si cabeza de pirámide los escuchaba o si algún otro bicho raro aparecía.

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