Gilbert + Roderich = War. [ Flashback. Privado. ]

El domingo había llovido en la noche… si lo sabría el platinado que le había tomado desprevenido en la madrugada fuera de su habitación en los pastizales del jardín. Se había mojado lugares que ni recordaba que tenía y había pasado una noche entera estornudando, pero por sobre todo le molestaba que le hubiese cortado su intento de pasarse al edificio de las chicas. Para su fortuna se había levantado con buena salud y acudió a clase de forma normal.

Su uniforme era todo menos uniforme, su forma de portarlo le daba un estilo único y descuidado que no se pasaba a la línea del desprolijo, en combinación con su cabello desmechado y cuidadosamente despeinado le daban un porte que fácilmente entraba en la casilla de “chico cool”. Más al llevar su guitarra eléctrica colgada del hombro, simplemente por lucirla no la llevaba en su funda si no al desnudo y la funda la llevaba en su bolso que colgaba en su otro hombro. El bolso estilo morral era negro con una banda blanca surcándolo y una gran cantidad de pins, chapitas, parches y demases adornos colgaban sin parecer demasiado cargada, la gran mayoría de ellos eran referentes a pollitos, como el que llevaba en su cabeza anidando en su cabello como si solo fuese un accesorio.

Caminaba algo distraído mientras miraba el celular en su mano donde su dedo pasaba velozmente de una tecla a otra escribiendo un mensaje, su sonrisa socarrona se inclinaba hacia su comisura derecha cuando fue a presionar “Send” y un golpe le hizo tirar el celular al piso. Su mirada carmín se alzó al culpable de aquello, por unos instantes se mantuvo serio hasta que volvió a sonreír - Me tiraste el celular. Recógelo. -

"Estaba distraído en ese entonces, aunque no siempre estaba así. Casi todo el tiempo le prestaba atención a las cosas que me rodeaban, pero entre la prisa olvidé siquiera fijarme en dónde me estaba parando, sólo buscaba el salón de música desocupado desde hace tiempo, hasta que choqué.. "

El castaño había impactado su cuerpo contra el del peliplata, sin querer su frente se había golpeado con parte del rostro del chico y le había provocado un enrojecimiento en el rostro, incluso sus gafas resbalaron un poco por su tabique. Necesitó unos pocos segundos para reaccionar y volverse a acomodar las gafas, después miró a quien se encontraba frente a él, era el chico favorito para ser presidente del consejo, el cual competía contra él. Hasta ese entonces, ni siquiera le había importado su presencia o conocerlo, pero esas palabras ... - "Si no me hubiese dicho esas malditas palabras, creo que nos habríamos llevado muy bien. Pero algo sucedió en mi interior, algo extraño. Fue una reacción que jamás había experimentado y creo que ni siquiera la pensé. Simplemente, mi pie se movió directo al celular y con descaro lo pateó hacia el frente, a lo largo del pasillo hasta que por hechos del destino que .. ¡Que ni siquiera yo presintí! .. El móvil se deslizó debajo de una máquina de refrescos, desapareciendo totalmente."

"Y en ese momento mi yo interno se quedó atónito .. ¿Qué has hecho, Roderich? Has pateado una pertenencia ajena debajo de un lugar difícil de recuperar .. No, Gilbert se lo merecía. ¿Cómo demonios utiliza ese tono con alguien que no conoce? Qué grosero. "-Apenas esos pensamientos cruzaron por la mente del austriaco, cuyo estuche de violín estaba impecable, sin razguño alguno o adornos extra, pulcro y clásico. Esquivó al peliplata y siguió avanzando, pero al pasar a su costado murmuró.- .. Yo no puedo recoger cosas que han .. "Desaparecido". -Sonrió a lado con gentileza, pero era una clara maldad disfrazada de amabilidad. Siguió caminando dando por terminado el tema.

Su mirada se quedó mirando al ajeno, sobretodo su sonrojo que le hizo acentuar su sonrisa y ladear levemente la cabeza. Adoraba esa clase de reacciones de sus compañeros, alimentaba su ego. Al verle mejor reconoció al joven como su rival por el puesto de presidente del consejo, pero los monitoreos indicaban que la popularidad del platinado era mayor que la del castaño. Ksé~ como no podía ser de otra manera.

El acto siguiente había ocurrido casi en cámara lenta, el sonido del golpe suave del calzado ajeno contra su celular, el deslizar de este por el pasillo entre los pies de los alumnos hasta desaparecer bajo la máquina. Su sonrisa se borró en ese mismo momento y su seño se frunció cuando le escuchó decir aquello al pasar a su lado, llevaba la camisa abierta en los primeros dos botones, por lo que se vio a la perfección cuando su cuello se tensó por el enojo. ¿Quién se había creído acaso ese idiota? Nadie le trataba así, nadie nunca le había hecho aquello… a excepción de la chica pelilarga, Elizabeta, pero ella era tema a parte. En el pasillo algunos habían parado a mirar lo que estaba por ocurrir.

El prusiano no dudó en su reacción, fue natural y fluida, quizás demasiado inadecuada para la conducta que debía llevar en el pasillo del colegio. Se volteó estirando su brazo y tomando del hombro al castaño lo detuvo y jaló para voltearle y que le mirase - ¡Oe! - dijo con su voz cascada por la cerveza y la violencia en su acento de su idioma - ¿Qué pretendes pasándote de listo…? - su mirada le recorrió y una sonrisa afloró nuevamente en sus labios - Bocchan~ -, seguía sosteniéndole su hombro con la derecha mientras la izquierda seguía sosteniendo, como desde un principio, la correa de su guitarra. - Si buscas problemas, puede que los encuentres demasiado rápido si no me traes mi celular que tú tiraste. -

"Yo creí que todo había terminado, en realidad eso aparentaba la situación cuando logré dar quizás unos pocos pasos hacia el frente, pero al notar que la gente volteaba en mi dirección mis ojos se abrieron en cierta sorpresa .. Como cuando uno acaba de adivinar lo que va a ocurrir." -El castaño fue volteado bruscamente hacia Gilbert, al cual observó con una molestia increíble, era la primera vez que dirigía una mirada conflictiva hacia alguien, y esta vez Gilbert se había ganado el premio. No obstante, el castaño de inmediato arremetió al sujetarle del cuello abierto de la camisa con una mano, sus pies reaccionaron y en pesados pasos utilizó su propio cuerpo para empujarle contra la pared, no se iba a dejar intimidar tan fácil.

- Escúchame bien, Weillschmidt. Pon mucha atención, que no pienso repetirlo. No vuelvas a molestarme, que mis asuntos requieren de mí mucho más que tus palabras estúpidas. Así que vas a dirigirte hacia esa máquina y por tu cuenta recuperarás tu móvil, que no pienso dirigirte un segundo más de mí. - Ante esas palabras, las cuales se dignó a decir de una forma alta, las personas comenzaron a emitir aullidos de sorpresa, y atentos esperaron la reacción del castaño, excepto él. Le había soltado con desdén, pero con una delicadeza en sus manos que delataba lo bien que cuidaba de sus movimientos, arregló la ropa de su hombro y volvió a retroceder, esta vez para volver a apartarse del chico.

"Hay algo que no pienso olvidar nunca, y es lo siguiente: Jamás .. Jamás se le debe dar la espalda a tu adversario. Y eso fue lo que yo hice .. ¿Cómo iba a saber que ese hecho estaba a punto de desatar la tercera guerra mundial?"

Tomado por sorpresa su espalda golpeó contra la pared, no había tenido ni tiempo de reaccionar pues no se esperaba esa reacción de un “señorito” presidente del club de música clásica, su intento de intimidación había fallado. El golpe contra la pared le había hecho caer el morral al piso pesadamente por los libros que contenía dentro y su guitarra había golpeado la pared emitiendo un seco sonido. Sus dientes se apretaron cuando el otro habló, en su mente solo un pensamiento ocupó la totalidad del espacio ”Por tu bien, bocchan, reza que no se haya rayado mi guitarra”. Esta, a diferencia de su morral, no ostentaba ni un solo adorno, solo la superficie pulida con esmero, negra con la franja blanca atravesándola horizontalmente con el dibujo de un águila imperial en el centro, era toda una exquisita pieza que le había costado un ojo de la cara… era una Fender modelo Stratocaster, una joya para cualquier amante de la música alternativa.

Su sonrisa estaba de más decir, que había más que desaparecido y solo se veían sus labios tensados con su mandíbula de dientes apretados mientras le miraba alejarse. Bajó la guitarra de su hombro y la miró, enseguida la acomodó contra la pared contra su morral, se volteó remangándose su camisa por encima del codo mientras avanzaba hacia el austriaco… se llevaría una suspensión pero lo valía. Un silencio sepulcral llenó el pasillo cuando el platinado alcanzó al castaño por la espalda y con su puño cerrado golpeó la cabeza de este. Sabía de sobra que contaba con más fuerza que aquel castaño, pero aquello no le hizo medirse, su enojo le hizo utilizar toda la fuerza de su brazo incluso quedándole doliendo los nudillos al impactar contra el cráneo ajeno - Irás por mi celular por las buenas ¿o deberé quebrarte las piernas para que vallas arrastrándote? -

El pasillo se alteró, algunos se apresuraron a hacer de campana por si aparecía algún profesor, otros simplemente se alejaban para evitar conflictos que no les concernían mientras que la gran mayoría se quedaba allí para mirar la pelea alentando a uno o a otro. La presencia de algunos del club de música alternativa comenzaban a hacer correr apuestas acercándose a los objetos del platinado para cuidarlos.

"La vida numerosas veces nos coloca pruebas, unas fáciles .. Otras difíciles .. Y otras marca "Gilbert", así consideré llamar a todas las situaciones que me dejaban totalmente sin palabras, cosas que yo nunca me imaginé que ocurrirían, terminan sucediendo en relación a ese nombre. Por como iban las cosas, yo ya sospechaba que nuestro conflicto no iba a quedar así, que tarde o temprano habría otro problema .. ¡Pero no tan temprano! Apenas sentí el silencio de golpe, pensé .. "Ahí viene Gilbert .. " Y no me equivoqué. Pero la forma en la cual llegó, dolió demasiado." -Un inesperado golpe volteó el rostro del Austriaco con violencia, fue tanta la fuerza que sus gafas cayeron al suelo, pero una chica alcanzó a tomarlas y a sostenerlas en sus manos, cuidándoselas al chico. Carecía de gafas, su cabello se había despeinado un poco más de lo debido y ahora, un fino hilo de sangre emanaba de su comisura izquierda, a efímeros milímetros de donde se encontraba su lunar.

Pero el Austriaco estaba acostumbrado a las reacciones espontáneas sin siquiera desearlas, y apenas terminó el golpe ejecutó otro con su diestra, la cual sostenía el estuche: Levantó con todas sus fuerzas el brazo, lanzando un golpe directo hacia el mentón ajeno de abajo hacia arriba, en un grado vertical increíble. Le había golpeado justo con el estuche de su violín, pero afortunadamente, sabía que dicho estuche estaba preparado con los mejores equipamientos para proteger el violín en caso de impactos sumamente fuertes, así que su instrumento debía estar en buenas condiciones, además .. ¿Cuántos violines no tenía ya? El dañar un poco ese no le importaba en ese momento de enojo. Sabía que el golpe había sido fuerte, él no poseía tanto poder físico, pero el estuche del violín era sumamente endurecido y tosco, así que ese factor sumado a él debió conceder casi el mismo nivel de agresividad del peliplata.

- ¡Te estoy diciendo que te alejes, obaka-san! -Mencionó por ocurrencia e incluso él mismo se sorprendió por ello. Escuchó pasos de tacones muy apresurados, y sabía que nadie de las alumnas usaba esos elementos. Se abrazó a su violín y de inmediato se mezcló entre las personas, limpiándose la sangre de la comisura. Los profesores venían, y él en semejante vista .. La chica que le había ayudado se acerco a él, le colocó las gafas y acomodó algunos mechones rebeldes de su cabello, le sonrió con calma y desapareció entre la gente .. Al igual que él.

" .. Creí que ya no me volvería a encontrar con Gilbert .. Pero qué equivocado estaba .. "

El austriaco se levantó del balcón, había terminado de comer su cereal. Avanzó hacia la cocina y lavó el cuenco, después de secarlo cerró la puerta hacia el exterior y apagó las luces, tumbándose en su cama correspondiente. A pesar de que estaba intentando dormir, en su mente todavía rondaban palabras de esa vieja pelea..

[ Final para Roderich. ]

Sonreía con sorna al ver la sangre en el semblante ajeno que indicaba un golpe fuerte y certero, se masajeó la mano dispuesto a hablar pero un fuerte golpe en el mentón le hizo alzar su rostro retrocediendo un par de pasos para no caer por la brutalidad del mismo. Escupió a un lado dejando una mancha de sangre en el piso alzando su mano para limpiar sus labios con el reverso de su mano observando con notorio enojo al castaño.

Dispuesto a lanzarse hacia él, sin haber escuchado el taconeo solo dio un paso antes de escuchar de uno de sus compañeros ”¡Profesora! ¡Gilbo, vámonos!”, como si aquello fuese un disparador para el alvino, se detuvo y regresó sobre sus pasos para tomar su guitarra y morral aún observado al castaño que al parecer se entretuvo con una chica - ¡Ksé! Esto no queda así, bocchan. - acompañado de dos jóvenes el platinado corrió por el pasillo metiéndose en uno de los salones, no debía ser visto metiéndose en problemas o tendría serios líos con su hermano por enfrentar otra suspensión. Se aseguraría que su amenaza no se quedase en solo eso…

…

La sonrisa afloró de sus labios mientras alzaba la mirada a la ventana desde el interior de su habitación. Estaba recostado en su cama boca abajo con sus rodillas flexionadas y sus talones contra sus nalgas, frente a él tenía el computador portátil que su pantalla era lo único que alumbraba al albino y el pollito que dormía a un lado de su cuerpo. Mientras actualizaba su blog aquella pelea había llegado a su mente.

Danto click en “Publicar” su blog quedó actualizado y cerró su computador metiéndose en la cama esperando un nuevo día.

[Fin de escena]