Ensayo. [ Privado. ]

Alzó su torso para acercarse a él, una de sus manos le soltó para poder hacerse de apoyo uniendo sus labios con los ajenos. Su lengua le penetró la cabidad como su miembro lo hacía en ese momento buscando casi con desesperación su contacto y el sabor de su boca. Los gemidos morían en los labios ajenos sintiendo como este se movía sobre su propio miembro casi sin tener que moverse para ello.

Sus caderas solo se movían para obligarle a retomar el ritmo o apurarle en el mismo. Cuando este se detuvo intentó obligarle a seguir, su mano en la nalga ajena le movió para poder embestirlo pero el beso le fue conquistando de a poco distrayendo y amansandolo. Con sus ojos cerrados solo correspondía el movimiento de su lengua mientras su miembro palpitaba con deseo en el interior del castaño.

Debió de separarse para tomar aire y entreabrir sus ojos para mirarle y una sonrisa se dibujó en su rostro, su cabello plateado se apegaba al mismo por la fina película de sudor que le cubría aperlando su frente y cayendo como una pequeña gota por su mejilla. Así mismo su cuerpo ya se encontraba algo húmedo. Movió su cadera para volver a incitarle que se moviese, en esa posición no tenía tanto contról sobre su amante como encontrandose recostado.

Su espalda se arqueó con algo de violencia cuando sintió una de las embestidas presionarle con fuerza arañando la espalda del autriaco mientras le miraba. Un tanto sorprendido, nunca se había imaginado verle en aquel estado tan victima de sus deseos carnales, con esa necesidad tan grande de satisfacerse olvidandose por completo cualquier codigo moral o orgullo.

Su mano se deslizó por el vientre del otro para ayudarle, tomandole la base del miembro presionando la misma mientras sus dedos acariciaron sus testiculos de forma repetida y algo violenta por las embestidas que no detenía. - Ahh.. bocchan... - gimió encorvandose contra él besando cortamente su cuello.

Sus labios se abrieron atrapando entre estos y sus dientes la piel del cuello del austriaco, sus ojos se cerraron sintiéndole aferrarse a su cuerpo siéndole un poco más difícil moverle así pero no por eso menguando sus embestidas. Su brazo le abrazó por la cintura, con la fuerza de este y sus caderas, marcó con más fuerza las embestidas golpeándole literalmente con su pelvis mientras su otra mano, entre los cuerpos de ambos seguía estimulándole.

Con el orgasmo del otro el albino se contrajo tensando su cuerpo, soltando el miembro austriaco sacando su mano manchada, disfrutando de aquella voz que se quebraba victima de su orgasmo, aquella voz que en aquel momento él era quien la descontrolaba de aquella manera volviéndola casi irreconocible. Dejó de moverse, le daría unos segundos para que recuperase su respiración, segundos que ocupó abrazándole y empujándole suavemente para recostarlo en el piso, sobre la alfombra saliendo de su interior por solo unos momentos.

Le acarició el rostro y besó sus labios mientras levantaba sus piernas y se acomodaba entre estas solo para volver a embestirle penetrándolo de una sola estocada colocando las piernas ajenas en sus hombros y levantarle la cadera por la propia posición. Le sonreía mientras buscaba su propio orgasmo, le observaba desde arriba ladeando el rostro para besar la pierna que pasaba junto a este. Su cuerpo perlado de sudor parecía moverse con fluidez y perfecta acoplación con el otro, como si realmente fuesen amantes acostumbrados a ellos mismos.