Conociendo la escuela [ Libre ]

Ya había ido a su habitación a dejar sus cosas en orden: sus posters, sus pertenencias en los cajones y la jaula y percha de Garuda, su ave mascota (al cual ya alimentó). Distrajo su vista mientras miraba a su alrededor por los jardines interiores y luego las paredes con posters de campañas y publicidades, además de la numerosa cantidad de casilleros ubicados a cada lado del pasillo.

Se dirigió al suyo propio despreocupadamente mientras murmuraba "1...3... no.... 5...7.... ah, tampoco.... era.... ¡ah, si!" exclamó finalmente cuando ya logró recordar su combinación, oyéndose un clic al abrirse el candado, dejando sus cuadernos y libros en el interior del casillero. Los acomodó de manera que le fuera fácil luego el encontrar cada libro para finalmente cerrarlo. No veía a mucha gente alrededor y tampoco conocía a alguien que pudiera enseñarle la escuela. Por el momento aquello no importó, caminando por el pasillo pensativa.

"Me pregunto qué clases tendré ahora" -se llevó un dedo a sus labios mientras caminaba- "Espero toparme con alguien de segundo grado..."

Odiaba los malditos casilleros, siempre olvidaba la combinación de los desgraciados números que abrían el candado, la había cambiado ya varias veces por esa razón, es que era practicamente imposible recordar la enorme cifra, y encima eso no era lo de ella en absoluto, tenía buena memoria y todo, pero no le gustaban las matemáticas para nada, por ende no le era agradable recordar ese número... ¿No podían haberlo hecho con unas llaves y ya?, pediría que se lo cambiaran la proxima vez.
1, 2, 3, 4... era un desastre, sencillamente no lograba recordarlo, así que dió una fuerte patada al estúpido pedazo de metal y se marchó con todos sus materiales en las manos, estaba molesta y absorta en sus propios pensamientos, o más bien maldiciones de todo tipo en contra de la seguridad de la escuela, por esa razón no vió a la chica que se le cruzó, que también parecía ir distraida, y terminó en el suelo con todos los papeles y utiles esparcidos por el lugar, se quejó aunque no estaba muy adolorida, y abrió los ojos esperando que la otra alumna se encontrara bien.

La escuela era tan grande, tan maravillosa y tan perfecta. ¡Le encantaba!, aunque no conocía a casi nadie y solo había ido a una clase, en la cual lo habían ignorado, pero eso no importaba. ¡Mente positiva!

Pensaba esto mientras se dirigía a uno de los pasillos de casilleros, un aditamento de esta escuela a la que no estaba acostumbrado- En casa no hay de esto, son muy interesantes- pensó, justo cuando llegaba al suyo.

Crash! Se sobresalto y se volteo al origen del ruido. Vio a dos chicas en el suelo con un montón de útiles, materiales y libros por todos lados-¿ Están bien?- preguntó, acercándose a sus compañeras y ayudándolas a recoger el desastre.

Mientras caminaba oyó un fuerte golpe no muy lejos, pero no le importó demasiado, estando más preocupada por hallar a alguien que pudiera hacer las veces de guía. Miraba a su alrededor una y otra vez hasta que sus plegarias fueron escuchadas... no del todo. Lo último que notó fue un fuerte choque con alguien más y el golpe que se dió contra el suelo, cayendo algunas de sus cosas junto con ella. Se quejó sólo un poco mientras se apresuraba a recoger sus útiles y los de la otra chica.

- ¡Perdóname! -se disculpó apresuradamente- No vi por donde iba, estaba pensando en otras cosas y.... -entonces levantó su mirada- Por ahora no importa, ¿te encuentras bien?

Cuando el joven recién llegado se acercó a ellas volvió a levantar su mirada desde el suelo
- Sí, sí, yo estoy bien, muchas gracias... pero ella... -mirando a la chica con la que acababa de chocar, sin tener aún una respuesta de ella-

Suspiró aliviado al escuchar a la chica de rasgos indios decirle que estaban bien- Soy Alexander Boogodk, integrante del taller de arte y representante de Colombia- les dijo a modo de presentación- Mucho gusto en conocerlas.

Mientras ayudaba a recoger los materiales esparcidos, se dedicó a examinarlas con la mirada, una de ellas, la que le había hablado, era muy interesante, cabello oscuro, piel morena y de accesorios indios que le hacían sentir curiosidad por ella; a la segunda, la había visto por los pasillos en contadas ocasiones tenia ojos verdes, cabello suelto y oscuro y la piel morena y parecía un poco ruda.

- "Parecen de segundo año"-pensó mientras se volteaba a examinar a la otra- "Me pregunto en que taller estarán y porque las chicas de esta institución son tan bonitas"- Se acerco un poco a la de ojos verdes y la sacudió ligeramente, tomándola del hombro- Oye, ¿ Estás bien?- le preguntó con voz suave.

Se había quedado mirando la morena, los accesorios que llevaba y todas esas cosas llamaban su atención.

-Estoy bien... -Fué lo nico que respondió, sin quitarle la vista de encima hasta que sintió que le sacudían.

De un puro manotazo apartó la mano que le movía con sutileza, incluso si era así le molestaba, frunció el entrecejo al mirar al chico, recogió los utiles que an estaban esparcidos por el suelo y se puso de pie, se acercó a la morena y le ofreció una mano para ayudarla a ponerse de pie, esbozando una sincera aunque apenada sonrísa, había sido su culpa después de todo.

- Lo siento mucho. -Se acomodó la falda con una mano mientras la otra an permanecía extendida hacía la chica.- ¿Eres de segundo año?.

Escuchó atentamente la presentación del joven y le ayudó a recoger las cosas.
- Mucho gusto Alexander -respondió respetuosamente, agachando su cabeza levemente en señal de respeto- ¡Me alegra que seamos compañeros en arte!

Sintió una mirada sobre ella: la de la joven con la que acababa de chocar, a la cual le devolvió la sonrisa de manera calmada y tranquilizadora. Aceptaba sus disculpas, no había problema alguno. Tomó su mano para ponerse de pie y respondió a su pregunta.

- Oh, sí, también soy de segundo grado, ¿qué hay de t....? -se interrumpió a mitad de su frase, cubriendo su boca como si olvidara algo- Perdóname, mi nombre es Avani Soma, mucho gusto. Soy la representante de la India -se volvió un segundo hacia Alexander e inclinó su cabeza una vez más- Repito en que es un gusto Alexander. ¿También eres de segundo grado?

-Esto. Lo siento, a veces me distraigo. Me alegra que seamos compañeros en el taller de arte- se ríe y se dirige a Avani- No, soy estudiante de tercer grado. Y puedes llamarme Alex, Alexander es muy formal- Se voltea hacia la otra chica- Lamento si te molesto que te sacudiera, es que te veías distraída- Le dedica una sonrisa inocente.

Las chicas empezaron a conversar mientras se las quedaba mirando, sin mucho que decir o que pensar en esos momentos.